Un nuevo estudio alemán permitió arribar al primer parche de cardiomiocitos derivados de células madre cultivadas en laboratorio. Implantado como injerto, este parche demostró una retención prolongada (hasta seis meses) y mejoría dependiente de la dosis en la pared cardíaca, tanto en monos sanos como en aquellos con una insuficiencia cardíaca inducida. A través de distintos análisis, se corroboró la retención celular y vascularización funcional. Los resultados se publicaron en Nature.
A partir de este hito, se aprobó el ensayo clínico en humanos confirmándose la remuscularización en un paciente con insuficiencia cardíaca avanzada.
El estudio
“Ahora disponemos, por primera vez, de un trasplante biológico cultivado en laboratorio, que tiene el potencial de estabilizar y fortalecer el músculo cardíaco”, resaltaron los investigadores, quienes resaltaron que este parche no solo mejora la función cardíaca, sino que también contribuye a la regeneración del tejido dañado.
Los parches están compuestos por hasta 200 millones de células, mejorando la función cardíaca a través de la remuscularización (formación de un nuevo músculo cardíaco). Con técnicas de imagen y análisis de tejido, se confirmó que las células del músculo cardíaco implantadas se mantienen con inmunosupresión y refuerzan la función de bombeo del corazón.
“Los parches contribuyen a una mejora de las contracciones del músculo cardíaco y esto se traduce en una mejora del bombeo de todo el corazón. Así es al menos como interpretamos nuestros hallazgos en el mono y esto es también lo que estamos investigando en los pacientes”, explicaron.
Una prueba en monos que devino en una prueba en humanos
Con monos Rhesus para la prueba, se sentaron las bases para la primera investigación en humanos. Se trataron así 15 pacientes con dosis variables de células madre incluidas en el parche y se planea avanzar hacia un ensayo de fase III por los buenos resultados obtenidos en seguridad.
Este avance promete una solución innovadora para la insuficiencia cardíaca avanzada y ha superado los problemas con los que se habían enfrentado iniciativas previas utilizando células madre, que se hacían llegar a través de inyecciones en el propio miocardio o bien liberando las células en las arterias del corazón para que se difundieran por el tejido cardíaco.
A diferencia de aquellos intentos, el nuevo parche que se coloca directamente en el pericardio (la capa que protege al músculo cardíaco) no ha provocado arritmias ni procesos tumorales. Así, los dos grandes obstáculos previos ahora parecen estar superados.
“Las células madre, por su capacidad de diferenciarse hacia varios tipos celulares y de crecer o dividirse muchas veces, pueden terminar generando procesos tumorales. Y otro de los riesgos era que al estar imbricado [el injerto] dentro del miocardio, podía dar lugar a alteraciones de la conducción eléctrica (arritmias)", señalaron.
Ensayos con un mayor número de pacientes
Esta nueva técnica no está destinada a reemplazar los trasplantes de corazón, que sólo están disponibles para menos del 1% de los pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada, una patología que no responde al tratamiento y que tiene un pronóstico sombrío.
“En cambio, la técnica ofrece una opción alternativa para el 99% restante de pacientes que enfrentan una mortalidad del 50% en los primeros 12 meses bajo cuidados paliativos. La técnica se centra en implantar un parche que, aunque no sustituye al corazón, ayuda a mejorar su función contráctil”, resaltaron.
La importancia de este nuevo procedimiento está en que permite realizar implantes de tejido 3D cardíaco entre individuos distintos (no autólogo): “Este método mejora la logística y reduce significativamente los costos, facilitando el acceso a terapias que actualmente son caras y tardan en llegar a la clínica”.
Si los resultados son positivos, esta tecnología podría revolucionar el tratamiento de la insuficiencia cardíaca avanzada, ofreciendo esperanza a millones de personas en mundo que padecen esta devastadora enfermedad.
Fuente: SINC.