Recientemente se completó el mayor estudio genético realizado hasta el momento en torno al trastorno bipolar. El mismo logró avances claves en la comprensión de esta patología que afecta a cerca de 50 millones de personas en todo el mundo, siendo una de las principales causas de discapacidad a escala global. El estudio estuvo a cargo del Consorcio de Psiquiatría Genómica, una red internacional de investigadores y se publicó en Nature.

Una comprensión mayor

A partir del estudio, se comprendieron mejor las bases biológicas y genéticas del trastorno bipolar. Esta situación abre la puerta a futuros tratamientos personalizados y mejores estrategias de diagnóstico.

A pesar de su alta heredabilidad (entre un 60 y un 80%), gran parte de los factores genéticos que originan el trastorno bipolar siguen siendo desconocidos. El estudio analizó a más de 158.000 individuos diagnosticados y 2.8 millones de controles, incluyendo poblaciones europeas, asiáticas, afroamericanas y latinas.

“El análisis nos ha permitido identificar 298 regiones genéticas asociadas con el trastorno, cuadruplicando los descubrimientos de estudios anteriores, y se han encontrado asociaciones genéticas específicas en poblaciones asiáticas orientales, lo que abre nuevas perspectivas para comprender cómo varía el trastorno bipolar entre diferentes grupos étnicos”, indicaron los expertos.

Diferencias genéticas entre los subtipos

A su vez, se identificaron diferencias genéticas entre los subtipos de esta patología:

-Tipo I: Se caracteriza por episodios maníacos graves y presenta una mayor relación genética con la esquizofrenia.

-Tipo II: Se asocia a episodios depresivos frecuentes y menor manía, comparte mayor similitud genética con la depresión mayor y el TDAH.

Los 36 genes implicados

Por otra parte, se identificaron 36 genes directamente implicados en la biología del trastorno bipolar. Algunos cuentan con variantes raras que alteran gravemente las proteínas de los individuos afectados, subrayando cómo estas variantes genéticas comunes y raras convergen en el desarrollo de la enfermedad.

A su vez, se vincularon señales genéticas con tipos específicos de células cerebrales, como las interneuronas GABAérgicas y las neuronas espinosas medianas, así como con células fuera del sistema nervioso central, como las del intestino y el páncreas. Estos hallazgos amplían la perspectiva biológica del trastorno bipolar, ya que indican que otros órganos aparte del cerebro podrían desempeñar un papel relevante en su desarrollo.

Fuente: SINC.