En medio de un clima caldeado en el Fonavi Parque Oeste, este viernes fue detenido uno de los presuntos animadores de los últimos espasmos de violencia que azotaron ese complejo de viviendas lindero a lo que fuera la Quinta Luciani.
Casi como de rebote, ya que no lo buscaban, fue arrestado Emanuel Suárez, un hombre de 37 años conocido en la crónica policial por ser, en la década pasada, uno de los condenados por el asesinato del jefe de la barra brava de Newell's Roberto “Pimpi” Caminos.
El ex convicto fue señalado por integrantes del clan Tripi como uno de los gatilleros que el miércoles a la madrugada abrió fuego contra un departamento de Pedro Lino Funes al 2100, donde habita un adolescente de esta familia que posee una tobillera electrónica que, en teoría, monitorea sus movimientos. Los disparos fueron diez, y el joven, que se encontraba dentro del departamento, resultó ileso.
A la noche siguiente, es decir, este jueves a la madrugada, hubo retaliación. Según indicaron fuentes policiales y versiones de vecinos que llegaron a Rosario3, un grupo de soldaditos armados –varios menores de edad– protagonizaron un tiroteo con casi treinta disparos en la cuadra de Cerrito al 5500.
En esa refriega resultaron heridas dos personas ajenas a la disputa: Virginia Ch. (42), quien recibió un roce bala, y el ex campeón de boxeo Cristian “Escopeta” Reggiardo (29), quien soportó múltiples disparos y continúa internado con pronóstico reservado en el Hospital Eva Perón, con signos de mejoría.
El operativo policial de esa madrugada arrojó dos detenidos: Tomás R. (16), integrante del clan Tripi, y otro soldadito, Jeremías S., a quien aprehendieron en un domicilio de 9 de Julio al 4300 tras una persecución.
Un tercero, que habría participado del tiroteo, fue hallado malherido en Ecuardo al 1800. Se trata de Jonatan C., de apenas 16 años, quien está grave en un hospital.
Este viernes, la Fiscalía de Menores solicitó a PDI la detención de dos soldaditos ligados al clan Tripi que también estarían involucrados en esa balacera.
Y. G. y E. E. –ambos de 15 años y por lo tanto no punibles– fueron aprehendidos en el piso 3 de la tira 11 de Cerrito al 5500. Uno de ellos porta el mismo apellido que un hombre asesinado el mes pasado en esa misma cuadra, que devino un epicentro de violencia al caer la noche.
Pero en la volteada también cayó Ema Suárez, quien según versiones de vecinos mantiene una disputa con los Tripi. Según trascendió, merodeaba la zona donde detuvieron a los menores y uno de los brigadistas de la PDI lo reconoció. El fiscal Pablo Socca ordenó que quede detenido. La década pasada un tribunal lo condenó a 6 años y 6 meses de prisión al encontrarlo partícipe secundario en el crimen del barra Pimpi Caminos.
Pero como si fuera un destino ineludible, Suárez volvió a aparecer en años posteriores en la crónica policial. Incluso en distintos barrios, donde su presencia no pasa desapercibida. Como la vez que le reventaron a tiros un departamento que habitaba en el Fonavi de barrio Acindar, en agosto de 2022. O cuando intentaron matarlo, en enero del año pasado, en el pasaje Franco al 1700, en la zona noroeste, ocasión en que recibió disparos en ambas piernas.