Con un pedido de prisión perpetua, la Justicia provincial comenzó a juzgar este martes el crimen en ocasión de robo de Rubén Guzmán, ocurrido el 12 de febrero del año pasado en José Ingenieros al 1900, en Arroyito, cuando fue baleado por Miguel Ángel Arce (42) y su hijo Ariel Nicolás Arce (22), quienes sustrajeron la camioneta de la víctima. En el ataque también resultó herida la esposa, Patricia Rigatuso, quien sufrió una herida de arma de fuego en una pierna.  

Ante el tribunal integrado por los jueces Gonzalo López Quintana, Silvana Lamas González y Nicolás Foppiani, el fiscal Alejandro Ferlazzo solicitó la máxima pena para los imputados por el delito de homicidio críminis causae, robo calificado y portación ilegítima de arma de fuego de guerra.

Según la teoría del caso, Miguel y Ariel Arce –que se encuentra en silla de rueda– abordaron al matrimonio cuando bajaba de su Fiat Strada. Ariel le entregó a su padre una pistola calibre 9 milímetros que luego fue utilizada para intimidar a las víctimas. Miguel se peleó con Guzmán, se dio vuelta y se fue caminando. Sin embargo, después regresó y le dio tres disparos al hombre y dos a la mujer. 

Tras el ataque, Miguel Arce robó la mochila de Rigatuso, se subió al auto del matrimonio y se fue junto con su hijo. El vehículo posteriormente fue encontrado por la Policía en Labardén al 5600, en el barrio Los Pumitas.

El fiscal también atribuyó a Ariel Arce el intento de robo a una mujer que tuvo lugar el 4 de septiembre de 2020 en Gallini al 900, y un caso de resistencia a la autoridad que data del 18 de enero de 2023 en Sorrento y Antequera. 

Miguel Arce, por su parte, ya tiene una condena anterior de 22 de mayo de 2018 por robo calificado por el uso de arma de fuego, en dos hechos, privación ilegítima de la libertad, atentado contra la autoridad calificado y lesiones leves, por lo que ya purga una pena de 8 años y 8 meses de prisión. Al momento del crimen en ocasión de robo se encontraba en una salida transitoria. 

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Homicidios en Rosario