¿Por qué se llaman así las calles de Rosario? ¿Cómo surgió cada nombre? ¿Por qué algunas no lo tienen? Esa y muchas preguntas más intenta responder Silvia Greco a partir de un trabajo minucioso de investigación que recopila información sobre cada una de las calles de la ciudad, disponible en el libro Rosario y sus calles, y en el sitio web homónimo.

La de Silvia es una tarea artesanal a la que le dedica tiempo y energía desde hace muchos años, pero que tuvo su impulso inicial cuando a su hijo le pidieron en la escuela un trabajo sobre las calles que la circundaban y descubrió que no había material en ningún lado. “Empecé hace más de 24 años, primero como hobby y después se hizo una hermosa obsesión”, contó en diálogo con El Contestador (Radio 2). 

Explicó que trabaja “con los listados actualizados que tienen el Concejo y la Municipalidad” sobre las calles de la ciudad. A esa información, la del registro, la enriquece con un “texto sencillo” y “alguna curiosidad”, datos que abundan en el entramado urbano rosarino. “Por ese motivo he visitado cementerios, hablado con familiares de personas que tienen nombre de calles, buscado en diccionarios, es un trabajo minucioso”, dijo. 

Para Silvia, la nomenclatura de las calles de una ciudad funcionan como un túnel del tiempo explicativo capaz de mostrar los orígenes, sus diferentes épocas y su evolución a lo largo de los años: “Se han iniciado en una época donde las calles se identificaban con el nombre del vecino más famoso, rico o popular, después aparecieron los nombres de médicos, militares, maestros y santos. Eso varía y muestra la idiosincrasia de cada ciudad y país”. 

El único bulevar con nombre femenino

Greco, que se define como una simple "compiladora de datos y biografías", expresó que Rosario tiene unos 179 kilómetros cuadrados de extensión en los que hay 2.233 calles

Hay solo nueve bulevares, entre ellos el Argentino, Avellaneda, Rondeau, 27 de Febrero, Oroño, y Seguí. Pero uno solo con nombre femenino: el María Elena Walsh (a la altura de Baigorria al 2900, en zona norte), en homenaje a la poeta, cantante, compositora, guionista de cine, teatro y TV que falleció en 2011.

Sus creaciones se convirtieron en verdaderos clásicos de la literatura infantil, autora de “Manuelita” y decenas de historias infantiles. “Es bastante nuevo”, explicó Silvia y mencionó que fue denominado de ese modo en una ordenanza promulgada el 14 de diciembre de 2017

Al margen de los bulevares, que en número son pocos, en la Cuna de la Bandera hay 99 avenidas.

En total, existen 1.863 calles con un nombre establecido, mientra que alrededor de 370 llevan provisoriamente un nombre oficial, pero numérico. “Calles que se han loteado hace pocos años, generalmente en zonas que no están pobladas, eso de a poco se va cubriendo”, explicó. 

Por otro lado, hay 117 arterias que recuerdan u homenajean a mujeres, que representan el 6,3% de todas las de Rosario. “Es poco, pero superior a casi todas las ciudades del país. Acá se está trabajando mucho sobre eso, ha ido cambiando”, sostuvo Greco. 

El avance del que habla tiene que ver, por ejemplo, con diez calles de la zona norte linderas al barrio conocido como ex Villa Olímpica (Chumbicha y Colastiné) que fueron nombradas en reconocimiento a distintas mujeres.

Entre ellos el de la artista Mele Bruniard y el de María Antonella Trivisonno, la niña que es símbolo de la donación de órganos tras su muerte en un accidente de tránsito en Salta y Lagos en 1999. Todos ellos fueron oficializados en 2021.

Bruniard (1930-2020) fue grabadora de xilografías, dibujante y docente. Desarrolló una importante labor en la Escuela Provincial de Artes Visuales de Rosario. Dueña de una estética única, en sus obras refleja vivencias de su infancia con una mirada poética de la naturaleza y del entorno, donde conviven flora y fauna en bellos paisajes interiores que son una marca facilmente reconocida de sus obras.

La artista Mele Bruniard. (Guillermo Turin Botello)

La "primera rosarina", tango y flores

Hay muchas que llaman la atención por diferentes motivos. Por ejemplo, existe la calle Petrona Ávalos, que está a la altura de Juan José Paso al 8700 en el noroeste de la ciudad: “Fue una bebé, es considerada la primera rosarina porque nació en 1731, la primera que se asentó en el libro parroquial de la ciudad, cuando no existían los registros civiles”. Sus padres eran Marcos de Ávalos y Juana Medina.

A la hora de hablar aquellas arterias que más tiempo llevan bajo su denominación original, se puede mencionar el caso de Córdoba, llamada de ese modo porque “indicaba” hacia dónde iba. También existía la calle de la Aduana, luego rebautizada como Maipú. 

Petrona Ávalos, una calle en homenaje a la "primera rosarina" en zona noroeste. (Google Street View)

Otro aspecto interesante de la nomenclatura de las calles rosarinas son los barrios “temáticos” como el Tango, en el extremo oeste, o Las Flores, bien al sur. En el primero están "Caminito", "Grisel" y "La cumparsita", entre varias otras vinculadas a canciones, cantantes y compositores del 2x4. 

"Grisel" es en homenaje al tango compuesto en 1942 por José María Contursi con acompañamiento musical de Mariano Mores. La letra se refiere al amor de Contursi con Susana Gricel Viganó. Hay muchas versiones, entre ellas una de Roberto Goyeneche y otra de Luis Alberto Spinetta con Fito Páez.

Y en el segundo muchas calles llevan nombre de flores nacionales de países latinoamericanos, como Violeta, Lirio, Jazmín, Estrella Federal, Clavel y Rosa blanca.

Walt Disney, los Maradona y Jorgito

En Rosario está el pasaje Norma Pons, en homenaje a la actriz y vedette. Se encuentra en la zona norte, a la altura de Floduardo Grandoli al 2700.

También la calle Walt Disney. “Está en Baigorria al 2300. No digo que no merezca una calle, pero no tiene una Manuel García Ferré, en las nomenclaturas hay injusticias”, consideró la autora del libro Rosario y sus calles.

Está en barrio Parquefield y se denominó así el 20 de mayo de 1968, tras una sugerencia de la Liga de la Decencia y Centro de Viajantes y Corredores de Rosario para, entre otras cuestiones, “recordar la memoria de uno de los principales divos del cine internacional”, según consta en la ordenanza. 

“La ordenanza es un documento irrefutable. Me costó muchísimo escanear todo eso. Hay un montón de calles que tienen solo un apellido o nombre de pila y no sabemos de quién hablan", dijo y nombró a Fausta, Franco, pasaje Jorgito (Moreno al 2700) y Lautaro como ejemplos.

¿Quiénes fueron Fausta, Lautaro o Jorgito? De Jorgito nada se sabe, es un misterio. El trabajo de Greco, sin embargo, permite conocer los motivos detrás del nombre de las demás. 

Fausta es una avenida en homenaje a Fausta Coll (1850-1923), esposa del inmigrante español Manuel Arijón, constructor de los famosos “Baños” públicos en el Arroyo Saladillo. En el barrio había una valiosa residencia construida en su honor conocida como “Villa Fausta”. La calle, claro, está en ese enclave del sur.

Lautaro es por el nombre de la sociedad secreta de tipo masónico conocida como “Logia de Lautaro”, (1812) que integraron varios próceres para promover y luchar por la independencia. El nombre de esta sociedad fue puesto en homenaje al valiente cacique indio que en el siglo XVI incitó a su pueblo a luchar por su independencia.

El apellido Maradona le da nombre a dos calles distintas de Rosario. Una es la Doctor Esteban Maradona (1895-1995), en homenaje al médico santafesino conocido por sus pacientes como el "Doctorcito Dios", el "Doctor Cataplasma", el "Doctorcito Esteban", el "médico de los pobres". Está en zona sudoeste, a la altura de Rouillón y Campbell.

Dedicó parte de su vida a una labor desinteresada y solidaria y a la defensa y atención de los indígenas y pobres. Entre sus obras se destacan la construcción de una colonia para personas enfermas de lepra y también la fundación de la primera escuela bilingüe del país, una pequeña escuela en Formosa, en la cual impartía clases para aborígenes, utilizando en parte su lengua. Escribió 13 libros y fue propuesto dos veces para el Premio Nobel de la Paz.

La otra es José Ignacio Maradona (1750-1828). Fue un político argentino de activa participación en los sucesos de Mayo de 1810. Fue diputado en la primera Junta de Gobierno y gobernador de la provincia de San Juan (1820). Está en Fisherton.

Cambio de nombre

“Hay que pensar muy bien antes de nombrar una calle, porque tiene que quedar para toda la vida. Con los cambios, los perjudicados son los vecinos. Si no hay un verdadero fundamento para cambiar, hay que respetar el nombre original”, planteó Greco, una especialista en el tema. 

Para denominar una arteria con el nombre de alguien, esa persona tiene que haber muerto y deben haber pasado al menos cinco años de su fallecimiento, de acuerdo al reglamento del Concejo Municipal. Sin embargo, ese requisito no corre para paseos, plazas y monumentos. 

¿Los vecinos pueden pedir el cambio de nombre? “La presentación debe hacerse por escrito en el Concejo. La solicitud se estudia en reuniones de nomenclatura, pero no es algo habitual”, señaló Silvia, quien muchas veces fue convocada a esos encuentros en el Palacio Vasallo.

El perjuicio que pueden sufrir los vecinos de un barrio por el cambio de nombre de una calle quedó al descubierto, por ejemplo, cuando un grupo que vive en el pasaje Mercedario, en barrio Fisherton, se enteró que el Concejo se lo había cambiado a María Eva Navarro, en homenaje a una referente social de la zona.

Pero ese proyecto pareció no haber sido consensuado con quienes efectivamente viven en esa cuadra que, de un día para el otro, vieron como una cuadrilla municipal cambiaba el viejo cartel de “Mercedario 1200 bis” y colocaba uno con el nuevo nombre, como lo contó en una nota Rosario3.

Al dejar de existir el pasaje Mercedario como tal, la dirección deja de ser válida y se tiene que cambiar tanto del DNI, como del carnet de conducir, los títulos de propiedad y también de todos los impuestos y servicios. Además del tiempo que demanda hacer cada uno de esos trámites, todos esos cambios generan también un costo que iban a correr por cuenta de cada uno de los vecinos.

Al final, el Concejo dio marcha atrás y derogó la ordenanza