1 – Justo Villar: “Un gran arquero con el que tuve una sana competencia. Con Justo competimos por un lugar en el arco de Newell's y, a pesar de ser un puesto muy celoso, nos llevamos muy bien y tuvimos una convivencia espectacular. Tengo el mejor de los recuerdos de Justo Villar. Excelente tipo”.
2 – Héctor Cúper: “Un auténtico líder. Con Héctor en Huracán, primero fuimos compañeros y después me dirigió. Como futbolista y como entrenador su comportamiento conmigo fue siempre muy profesional. Me aconsejó y me orientó sobre cómo manejarme, tanto adentro como afuera de una cancha de futbol”.
3 – Rolando Schiavi: “Mi marcador central preferido. El Flaco fue un defensor duro que pegaba y se hacía respetar en todas las canchas. Me encantaba su forma de jugar, su personalidad y como manejaba el vestuario. Es un gaucho de Lincoln que cuando nos tocó compartir plantel en Newell's, generamos una linda amistad”.
4 – Carlos Babington: “El DT que me dio su apoyo y un abrazo paternal cuando más lo necesité en mis inicios como futbolista profesional. El Inglés fue el entrenador que cuando yo atajaba en las divisiones inferiores de Huracán, les pidió a los dirigentes del Globo que me compren el pase. Nunca me voy a olvidar el día que vino al entrenamiento de la cuarta división, me llamó y me dijo: «Nene lo espero el lunes en el entrenamiento de primera. A partir del próximo lunes, usted empieza a entrenar con nosotros porque Huracán le va a comprar el pase». Eternamente agradecido con Carlos”.
![](/export/sites/rosario3/img/2025/02/06/anguila_huracan.jpg_217126858.jpg)
5 – Mauricio Serna: “El futbolista que menos quería ser suplente que conocí en mi carrera. Con Chicho fuimos compañeros seis meses en Talleres, era un jugador con una gran trayectoria sobre el lomo, pero ni bien llegó, se puso el overol, se entrenó como uno más y tiró siempre para adelante. Es un tipazo”.
6 – Julián Maidana: ¡Un grande! Julián fue un líder absoluto y muy positivo en todos los clubes que jugó. Fuimos compañeros en Talleres y Newell's, iba al frente como loco y se peleaba con todo el mundo por defender al grupo. Lo quiero y lo respeto”.
7 – Juan José López: “El DT que me quiso retirar antes de tiempo. Jota Jota me dirigió en Talleres y chocamos de entrada. Con el paso del tiempo mejoró nuestra relación, hasta que finalmente empezamos a llevarnos bien y terminamos de la mejor manera. Es un DT de la vieja escuela con códigos que ya casi no existen en el futbol”.
8 – Pablo Pérez: “¡Un cable pelado! A Pablito lo conozco desde chiquito, cuando daba sus primeros pasos en la primera división de Newell’s. Tanto en los entrenamientos, como en los partidos oficiales, siempre jugó igual. Fue un futbolista con mucha personalidad y carácter fuerte que siempre querés tener en tu equipo. Hablé mucho con él cuando compartimos plantel en Newell's. Es una satisfacción y un enorme orgullo para mí, que hoy reconozca que fui uno de los compañeros que le marcó el camino correcto que debía tomar en el futbol”.
9 – Silvio Carrario: “Lo querés o lo tenés que matar. Con el Tweety no tuve punto medio, al principio lo quise cagar a trompadas y después lo aprendí a querer. Cuando fuimos compañeros en Argentinos Juniors, estábamos peleando por no descender y él jodía todo el tiempo. En una reunión por un tema serio que convocamos los referentes del plantel, él no paraba de boludear, me cansó, se me salió la cadena y lo fui a buscar para cagarlo a piñas. El salió corriendo del comedor y se metió en su habitación. Intervino Chiche Sosa que era el DT, nos pidió que nos tranquilicemos y que por favor hablemos. Silvio vino enseguida y me dijo: «Anguila no te calentés conmigo, yo soy así, es mi forma de ser». Lo entendí y quedó todo bien. Cuando lo conocí bien, me di cuenta de que evidentemente era su personalidad. A partir de ahí, cada vez que hacía una boludés, me reía y disfrutaba de sus ocurrencias”.
10 – Ariel Ortega: “El amigo de toda la vida. Con Ariel nos conocemos mucho porque compartimos nuestra infancia. Esa amistad sana de pueblo, nunca se rompió y es inquebrantable. En los momentos más difíciles, cuando se me apagaron las luces en mi carrera, siempre estuvo a mi lado para hacerme el aguante. Por nuestra hermosa amistad, se generó una gran confusión, sobre si antes de jugar en River, había fichado en Huracán. Lo que pasó fue que ni bien llegó a Buenos Aires, lo llevé a dormir a la pensión de Huracán y cuando podía, también lo hacía comer en el club. Por este motivo, cuando Ariel la rompió en su debut con la camiseta de River, muchos hinchas y algunos periodistas pensaron que era jugador del Huracán y que lo habían dejado libre. Por eso criticaron duramente a los dirigentes del Glob. y a los coordinadores de las divisiones inferiores del club. En realidad, siempre fue futbolista de River, solo venía a la pensión de Huracán porque yo lo invitaba. Lo banco a morir y lo quiero muchísimo”.
![](/export/sites/rosario3/img/2025/02/06/anguila_burrito.jpg_2109421387.jpg)
11 – Gabriel Puentedura: “El compañero que me cobijó cuando llegué de Jujuy a Buenos Aires para jugar en Huracán. Gabriel fue un referente muy generoso conmigo. Me guió, me ayudó y me marcó para el resto de mi carrera. Nunca me voy a olvidar los gestos y favores que me hizo. Todo lo que hizo por mí, se lo voy a agradecer toda la vida”.