El tumor mamario es el más diagnosticado a nivel mundial, convirtiéndose en la principal causa de muerte por cáncer en mujeres. En 2022, se registraron 2.3 millones de nuevos casos y 670.000 muertes a escala global, según un estudio proveniente de Alberta Health Services (Canadá). Los resultados fueron publicados en Nature Medicine. 

Asimismo, dentro del estudio se reveló que la carga de la enfermedad está desigualmente distribuida y, en países con índice de desarrollo humano (IDH) más bajo, la mortalidad es significativamente mayor.

El problema de la desigualdad

Según datos de incidencia y mortalidad de 185 países, se encontró que el riesgo de diagnóstico de cáncer de mama es más alto en Francia (1 de cada 9 mujeres) y América del Norte (1 de cada 10). Sin embargo, el riesgo de morir por la enfermedad es más elevado en Fiyi (1 de cada 24) y África (1 de cada 47).

Además, se estudió la evolución de la mortalidad en 46 países durante 10 años por lo que los científicos concluyeron que, aunque disminuyó en 30 de ellos, solo 7 cumplen el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de reducir la mortalidad un 2,5% anual. Entre estos países destacan Malta, Dinamarca y Bélgica.

En caso de mantenerse esta tendencia, se estima que, para 2050, se registrarán 3,2 millones de nuevos casos y 1,1 millones de muertes por cáncer de mama, con un impacto desproporcionado en aquellos países con menor desarrollo.

Por este motivo, los expertos subrayan la necesidad de inversiones sostenidas en prevención, detección precoz y acceso equitativo a tratamientos efectivos para frenar el impacto del cáncer de mama a nivel global.

Fuente: SINC.