La encefalitis es la inflamación del tejido cerebral, aunque también puede afectar a estructuras próximas como las meninges (meningoencefalitis) o la médula espinal (mielitis o encefalomielitis). Si bien puede darse en cualquier momento de la vida, su incidencia es mayor en poblaciones infantiles y adolescentes.
Una enfermedad que deja secuelas neurológicas
Según la causa que originó la inflamación, la encefalitis se clasifica en cuatro tipos: infecciosa, postinfecciosa, autoinmune o tóxica. Sea cual sea el tipo, esta patología no solo conlleva un elevado riesgo de mortalidad, sino que también puede desarrollar secuelas neurológicas importantes.
En este aspecto, la encefalitis puede dejar secuelas en más del 20% de las personas que sobreviven como: problemas de memoria (18%), dificultades de aprendizaje o de desarrollo (35%), cambios en la personalidad (18%), problemas motores o problemas de audición, habla o de visión (17%), entre otros, según la Sociedad Española de Neurología.
-Encefalitis infecciosa: La encefalitis infecciosa, causada por virus, bacterias, hongos o parásitos, es la tipología más común a nivel mundial, según la SEN. Más de 100 organismos diferentes fueron identificados como causantes de la encefalitis infecciosa, pero los virus siguen siendo la causa más frecuente, entre los que se destacan varios que pueden causar encefalitis muy graves en personas no vacunadas. Entre estos se encuentran: Virus de la familia herpes (herpes simple, virus de la varicela-zoster); Enterovirus; Virus transmitidos por animales (como mosquitos o garrapatas); Virus del sarampión; Paperas; Polio; Rubeola.
Otros factores que pueden provocar encefalitis son de carácter genético o ambiental (contaminación). A pesar de que los sistemas de detección están mejorando, "los movimientos antivacunas han provocado un aumento en los casos", según destacaron desde la SEN.
-Encefalitis autoinmune: Esta tipología consiste en una inflamación del cerebro que se produce porque las defensas del cuerpo “se equivocan” y atacan a las proteínas neuronales. “La prevalencia es desconocida porque es una entidad que se ha definido recientemente y con continuos avances y descubrimientos de nuevos anticuerpos; pero su incidencia podría situarla entre las enfermedades muy raras, con un caso por cada 100.000 habitantes”, indicaron los expertos.
Los síntomas más frecuentes de este tipo de encefalitis son de carácter psiquiátrico además de crisis epilépticas o trastornos del movimiento. Un diagnóstico preciso en estas enfermedades es muy importante, ya que es necesario bajar las defensas para combatir las encefalitis autoinmunes, "pero esto podría ser perjudicial si la encefalitis es causada por un virus o bacteria".
Síntomas
Los síntomas que aparecen suelen ser leves, como:
-Fiebre.
-Fatiga.
-Dolor de cabeza.
-Dolores corporales.
Mientras que en los casos graves pueden experimentar síntomas más agudos como:
-Problemas del habla.
-Problemas de audición.
-Problemas de la visión.
-Alucinaciones.
-Cambios de personalidad o comportamiento.
-Pérdida de conciencia.
-Problemas motores.
-Convulsiones.
-Coma.
Asimismo, en casos de bebés, es clave prestar atención a síntomas como fiebre, letargo, disminución del apetito, vómitos, rigidez corporal, irritabilidad o llanto inusual así como presentar hinchazón en la fontanela (punto blando de la parte superior de la cabeza).
Incidencia
A nivel mundial, se calcula que los años de vida perdidos por muerte prematura y los años vividos con discapacidad (AVAD) que genera la encefalitis suponen una gran pérdida debido a la alta carga de secuelas neurológicas posteriores.
Tratamiento
El tratamiento de la encefalitis leve suele consistir en:
-Reposo en cama.
-Mucho líquido.
-Medicamentos antiinflamatorios.
-Medicamentos antivirales en encefalitis causadas por virus.
-Encefalitis autoinmunitaria: Se puede comenzar con medicamentos dirigidos al sistema inmunitario, conocidos como inmunomoduladores u otros tratamientos. Algunas personas con encefalitis autoinmune necesitan tratamiento a largo plazo con medicamentos inmunosupresores. Por su parte, la encefalitis autoinmune causada por tumores puede requerir el tratamiento de esos tumores. Esto puede incluir cirugía, radiación, quimioterapia o una combinación de tratamientos.
Atención complementaria
Los pacientes hospitalizados con casos graves de encefalitis pueden necesitar:
-Asistencia respiratoria, al igual que una cuidadosa vigilancia de las funciones respiratoria y cardíaca.
-Líquidos intravenosos para asegurar la hidratación y los niveles adecuados de minerales esenciales.
-Medicamentos antiinflamatorios, como los corticoides, para ayudar a reducir la hinchazón dentro del cráneo.
-Medicamentos anticonvulsivos para detener o prevenir convulsiones.
Además, en algunos casos se requiere terapia de seguimiento, la cual incluye psicoterapia, terapia del habla, terapia ocupacional, fisioterapia y rehabilitación cerebral.
Fuente: EFE/Mayo.