Este viernes por la tarde, un grupo de personas se reunió en la esquina de Liniers y Casilda, en barrio Ludueña, para pedir justicia por la muerte de Manuela Olmos, una mujer que murió tras protagonizar un choque con un móvil manejado por un gendarme. La familia argumenta que fue atropellada. 

La joven, que no llevaba casco, tenía 32 años y llevaba a su hija de 6 años con ella. El siniestro se dio el 17 de enero en la misma esquina en la que este viernes se realizaba la protesta. Dos semanas después, la familia espera respuestas oficiales. 

Entre las primeras informaciones, se supo que la moto iba por calle Liniers al momento del impacto, pero no hay demasiados datos de como se dio el siniestro. En tanto, los allegados de la víctima fatal aseguran que tienen testigos que confirmarían que la mujer fue atropellada por el patrullero. 

"Es mentira que mi hija chocó al auto, como dicen ahora. Tenemos testigos. Sabemos como fue todo", sostuvo al móvil de Telenoche el papá de Manuela. 

Por todo ello, los amigos y familiares de la joven que conducía la moto se acercó al lugar carteles y velas. 

Por su parte, la nena de 6 años, que iba con su madre, tuvo que ser internada en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela e intervenida quirúrgicamente por una lesión en la cadera y otra en la pierna. Está fuera de peligro y recuperándose.