El último domingo de enero, la familia de Nora Cortiñas organizó una despedida íntima y juntos esparcieron sus cenizas en Plaza de Mayo. De esta manera, la gran defensora de derechos humanos descansa a la par de la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, Hebe de Bonafini, y Mirta Baravalle.

Su despedida había sido en el polideportivo que funciona dentro de lo que fue la Mansión Seré, donde cientos de militantes se acercaron a celebrar su vida. Y luego, sus restos quedaron sembrados en el lugar que más veces visitó a lo largo de la vida. 

La primera vez que Nora Cortiñas caminó la Plaza fue en mayo de 1977, luego de que la dictadura cívico-militar secuestrara a su hijo Carlos Gustavo Cortiñas. Norita, como era conocida en el movimiento de derechos humanos, falleció el 30 de mayo pasado a los 94 años.  Había marchado en la Plaza de Mayo hasta el 2 de ese mismo mes junto a las compañeras línea fundadora.