Luego de la tormenta histórica del miércoles, que en Rosario registró 120 milímetros de lluvia, preocupa la posible proliferación de mosquitos, sobre todo de los que transmiten el dengue.

A pesar que el brote fue este verano mucho menor a lo que podía esperarse, los especialistas llaman a tomar recaudos y recuerdan medidas de prevención domésticas.

Julio Befani, médico infectólogo y epidemiólogo, sostuvo este jueves en Radio 2 que “los reservorios dentro de las casas son los más importantes” para evitar la propagación del vector.

“En general, a los criaderos se los estamos dando nosotros, porque a la mosquita no le gusta el agua clorada de una pileta o el agua podrida de una zanja. Le gusta el agua limpia, recién estancada”, explicó en el programa Punto Medio.

Y en esa línea sugirió: “Después de una lluvia, lo primero es fijarnos si tenemos en casa algún recipiente con agua, algún balde boca arriba, el bidón del aire acondicionado destapado, el frasco del potus con agua o los bebederos de las mascotas, que hay que cepillarlos y cambiar el agua”.

Advirtió que en diferentes investigaciones “se encontraron larvas hasta en tapitas de gaseosa, vasitos de yogur o cáscaras de huevo” que suelen quedar diseminadas como residuos.

Calor-lluvia-calor, el peor combo

 

Befani se refirió puntualmente a las condiciones meteorológicas de esta semana y sostuvo que la combinación calor-lluvia-calor que atravesó Rosario es favorable para la reproducción de insectos como el mosquito Aedes aegypti que transmite el dengue.

“Todo eso suma en un depósito o reservorio con huevos, que al mojarse continúan el ciclo biológico, cuya evolución es según la temperatura y el agua”, señaló, y recordó que cada hembra –que también es la que sale a picar– “puede llegar a poner 200 huevos en su vida, y no los pone todos en el mismo lugar” para aumentar la probabilidad de preservación.

A partir del desove, el ciclo es de doce días antes de la aparición de la pupa, seguida de la larva y finalmente el mosquito.

Por último, el especialista se refirió a la vacuna contra el dengue y en términos generales observó que “ninguna vacuna te va a solucionar un problema pero sí te va a disminuir la cantidad de casos y los de gravedad”.

“Al igual que el covid, es una enfermedad que llegó para quedarse –repasó–; las que se pueden erradicar son las que su reservorio es solamente el ser humano, como pasó con la viruela. Las demás, sólo se pueden controlar”.