Estados Unidos sigue sumando tragedias aéreas. Un avión privado cayó en Filadelfia, este viernes por la noche, dejando un saldo de seis fallecidos.  

En las últimas horas trascendió que la aeronave que se precipitó era un Lear Jet 55, que funcionaba como avión sanitario y en el que viajaban seis personas de nacionalidad mexicana, según confirmó la cancillería de ese país. En ese vuelo llevaba de regreso a tierras mexicanas a una nena de 12 años que había recibido un tratamiento en el hospital pediátrico de Filadelfia, y volvía con su mamá a Tijuana.

La terrible escena incluyó en la tragedia a dos médicos, que la asistirían en el vuelo, y a dos pilotos, todos ellos víctimas fatales del impactante suceso, en el que todavía no se sabe qué pudo haber pasado. Según los videos que circulan en las redes sociales, el avión se lo ve en caída libre, haciendo una gran explosión. 

El avión sanitario, con un bimotor de gran autonomía de vuelo, registrado en México, acababa de despegar del Aeropuerto del Noreste de Filadelfia, con destino a Tijuana, según detalló EFE. El servicio era de la empresa Jet Rescue Air Ambulance, y todavía no hay explicaciones las razones por las que estrelló en una zona residencial de Filadelfia (Pensilvania).

La empresa, con sede en México, se limitó a señalar que esperaría los informes técnicos, destacó que sus aviones recibían el adecuado mantenimiento, y confirmó que no había sobrevivientes.

Entre las víctimas se encontraba una niña que había recibido tratamiento especializado en el Shriners Children's, uno de los centros de atención pediátrica más calificados no solo de Filadelfia, sino de todo Estados Unidos. La pequeña, que había sido atendida gracias al aporte de una organización benéfica, volvía a su México natal para continuar con su recuperación.

La acompañaba su madre, dos médicos y dos pilotos. "La paciente había recibido atención médica del Shriners Children's de Filadelfia y estaba siendo transportada de vuelta a su país de origen, México, en una ambulancia aérea contratada cuando se produjo el accidente", declaró Mel Bower, portavoz de este centro.

La cancillería de México informó por la red social X que "seis personas de nacionalidad mexicana viajaban en la aeronave" y que el personal consular mexicano está "en contacto" con familiares de las víctimas.

El accidente ocurrió cerca del Roosevelt Mall, un centro comercial del noreste de Filadelfia, donde también varios vehículos y viviendas fueron afectados por la explosión e incendio. La policía de Filadelfia confirmó que algunas personas resultaron heridas en tierra, pero no precisaron el número de víctimas.

Mike Driscoll, miembro del Consejo Municipal de Filadelfia, comentó que temía que residentes o personas cercanas al lugar pudieran haber muerto debido a la magnitud de la explosión y los escombros dispersos. "No pinta bien. Es una situación triste", declaró a la CNN.

La alcaldesa de Filadelfia, Cherelle Parker, indicó en una conferencia de prensa que varios hogares y vehículos fueron afectados en el siniestro. "Se perdieron más almas inocentes en este triste accidente", lamentó por su parte el presidente estadounidense Donald Trump en su plataforma Truth Social, al conocerse el accidente.

La Administración de Aviación Federal (FAA) dijo que estaba iniciando una investigación con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte tras lo ocurrido.

El trabajo se acumula para estas dos agencias, que también investigan la colisión el miércoles en Washington entre un avión de pasajeros operado por una filial de American Airlines y un helicóptero Black Hawk, la catástrofe aérea más mortífera del país en casi un cuarto de siglo. Investigadores recuperaron el viernes la caja negra del helicóptero del ejército, mientras que las dos cajas negras del avión de pasajeros se encontraron el jueves por la noche.

Este viernes aún seguían desaparecidos 26 cuerpos en el gélido río Potomac, adonde cayeron las aeronaves en un accidente que causó 67 muertes. La colisión fue el primer gran accidente en Estados Unidos desde 2009, y el más mortífero desde el de un avión de American Airlines en Belle Harbor, Nueva York, en 2001, en el que murieron los 260 pasajeros.