Newell's cayó 1-0 ante Defensa y Justicia este miércoles en el Coloso por la quinta fecha del Torneo Apertura y, si bien mostró cierta mejora en el juego en el segundo tiempo, por los resultados y el pobre presente llega muy golpeado y envuelto en un clima lleno de tensiones al clásico rosarino del domingo ante Central.

El único gol de la tarde fue obra de Juan Bautista Miritello, tras un contragolpe veloz que agarró mal parado al equipo rojinegro en la recta final del partido. Antes, Carlos González había convertido un golazo para la Lepra, pero se lo anularon por un offside muy fino.

El cambio de esquema a uno con línea de cuatro defensores pretendía darle un poco más de orden y organización al funcionamiento rojinegro, pero, en el inicio, el Halcón fue el que impuso condiciones en el Coloso, a partir de un manejo mucho más claro de la pelota y de los espacios. 

Lo complicaba, en gran medida, porque Aarón Molinas se movía en soledad –David Sotelo y Luca Regiardo no lo podían tomar– y con peligro cerca del arco de Keylor Navas, que incluso intervino con una buena atajada sobre un costado tras un remate del ex Boca, luego de un yerro del mencionado Sotelo al querer despejar. 

Además, un Newell’s al que se lo vio nervioso exhibió los mismos problemas que en las fechas pasadas en la creación y en la faz ofensiva. Dependía casi exclusivamente de los arranques de Mateo Silvetti por los costados y casi no tenía juego asociado para que participaran Gonzalo Maroni, Joaquín Plaza o Luciano Herrera, por la otra banda. O los laterales al pasar al ataque.

En ese contexto de dudas, tuvo una chance clara mediante un buen cabezazo de Martín Luciano, tras un anticipo de Tomás Jacob en el primer palo, que el arquero Enrique Bologna logró despejar hacia un costado. De hecho, si la Lepra estuvo cerca de convertir fue solo gracias a la pelota detenida. Antes del cierre de los primeros 45 minutos, Navas volvió a aparecer para cerrar su arco y tapar un disparo de media distancia de Gastón Togni, luego de otra mala salida leprosa.

En el balance de la primera etapa, fue la visita el equipo que dominó las acciones y el que mostró un plan de juego más aceitado, pese a que tampoco generó tanto peligro en el área rojinegra, porque le faltó profundidad. Se fueron al entretiempo igualados en cero, con algunos silbidos y reprobación de los hinchas al equipo rojinegro.

Tras un primer tiempo flojo, Soso leyó que el equipo necesitaba cambios y realizó tres juntos para salir a jugar el complemento. Entraron Éver Banega, Giovani Chiaverano y Nazareno Funez, con la idea de tener mayor posesión de pelota y peso en ataque, de intentar discutirle el trámite al equipo de Pablo de Muner.

Si bien Newell’s tuvo un leve crecimiento en su juego, apoyado la buena conducción de Banega, esa tensión con la que pareció convivir durante toda la tarde le volvió a pasar factura cuando tuvo dos oportunidades muy claras: Silvetti definió muy mal cara a cara con el arquero dentro del área, y después Funez quiso rematar y le erró a la pelota.

La suerte tampoco estuvo del lado rojinegro este miércoles, ya que le volvieron a anular –como en Santiago del Estero– un gol por posición adelantada. Carlos González entró a la cancha y en la primera que tocó la mandó a guardar de zurda, tras una media vuelta en el área, pero el VAR trazó las líneas y determinó que estaba fuera de juego por centímetros.

Sobre el final, el clima se tornó mucho más espeso para el Rojinegro en la antesala del clásico de la ciudad, ya que Defensa lo agarró mal parado gracias a un saque rápido y preciso de Bologna desde el arco, y Juan Bautista Miritello anotó el 1-0 para la visita en el Parque Independencia. 

Fue un golpazo muy difícil de digerir dentro de la cancha y en las tribunas, desde donde los hinchas expresaron toda su bronca contra el equipo, el técnico Soso y el presidente Ignacio Astore, con silbidos e insultos. Aunque la Lepra mostró cierta mejora en el complemento, otra vez el resultado le volvió a dar la espalda y llega en un clima repleto de tensiones al clásico del domingo.