Como era de esperarse, Central vivió una fiesta en la previa del partido ante Sarmiento de Junín. Un impactante recibimiento se desató desde las tribunas al tiempo en que el primer equipo salía a la cancha. Fuegos de artificio, vengalas y más. 

La excusa válida para la celebración fue nada más y nada menos que una nueva victoria en el clásico rosarino, fiesta que no quedó en el inicio del pleito, también tuvo otro capítulo a los 20 minutos.

Allí, aprovechando el número que les recordó los partidos que le lleva a Newell's en el historial, tiraron muñecos que aludían a su rival.  

El partido tuvo que detenerse por la cantidad de humo que volvió a invadir el entorno del estadio, mientras algún que otro hincha se metía en la cancha para celebrar.