Un equipo de investigadores del Centro IBS de Física del Clima de la Universidad Nacional de Pusan, en Corea del Sur, simuló los efectos climáticos y ecológicos de un impacto de asteroide del tamaño del Empire State, como el asteroide Bennu, que tiene una probabilidad de colisionar con la Tierra en 2182.

Según el estudio, publicado en la revista especializada Science Advances, un impacto de este tipo causaría una devastación a escala regional o global, con efectos inmediatos como radiación térmica, terremotos y tsunamis. Sin embargo, los efectos climáticos duraderos serían aún más devastadores, con la emisión de grandes cantidades de aerosoles y gases a la atmósfera.

Los investigadores descubrieron que la inyección de polvo en la atmósfera causaría un "invierno de impacto" global, con una reducción de la fotosíntesis del 20 al 30% en los ecosistemas terrestres y marinos. Esto tendría un impacto significativo en la seguridad alimentaria mundial.

Sin embargo, el estudio también reveló que el plancton en el océano podría recuperarse más rápidamente que las plantas terrestres, gracias a la concentración de hierro en el polvo. Esto podría desencadenar floraciones de algas sin precedentes, lo que podría ser beneficioso para la biosfera.