La foto del gobernador Maximiliano Pullaro recorriendo esta mañana Terminal Puerto Rosario (TPR) ya de por sí es noticia.
Es que hay que irse hasta el mandato de Hermes Binner para encontrar registro de una visita pública de un mandatario provincial a las instalaciones de la empresa que tiene la concesión de los muelles I y II del puerto de Rosario.
Y también es noticia porque el arranque de la actual administración en la Casa Gris fue de dientes apretados con TPR por sus incumplimientos contractuales.
El tema es que, de a poco, y a fuerza de normalizar la concesionaria su situación, la tensión se fue aflojando, si bien nadie baja la guardia. Sobre todo porque falta la batalla central: la inversión para reconstruir y ampliar los muelles. Una obra que puede demandar entre 200 y 300 millones de dólares.
En ese marco, la presencia del gobernador en TPR valida los avances de la empresa y muestra la decisión del gobierno de sentarse a negociar cómo encarar y financiar esa futura obra. Pero a juzgar por sus palabras dichas en la propia sede de la empresa, la Provincia se planta fuerte para exigir millonarias inversiones, sobre todo las que están atrasadas como condición antes de encarar cualquier otra conversación de cara al futuro.
Formalmente, Pullaro -junto con el ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini- fueron hoy a TPR para celebrar un hito para la economía de Santa Fe: se empieza a exportar litio por la terminal local.
La Provincia le viene exigiendo a la concesionaria una política comercial más activa, y conseguir que una multinacional francesa, de la talla de la minera Eramine, confié en los servicios de embarque de TPR es una cucarda que puede mostrar. El puerto viene, además, de recuperar otra carga perdida por falta de obras en los muelles, como la de insumos siderúrgicos.
Pero el gobierno santafesino pide más. “Hacen falta más obras. Esperamos ver cuál es el plan de obras que la concesionaria nos tiene que presentar en abril”, dijo Pullaro en conferencia de prensa. A su lado estaba el gerente general de TPR, Leonardo Feltrinelli.

“Todo depende de Terminal Puerto Rosario. Hay obras que se tendrían que haber hecho hace mucho tiempo. Lo dijimos en más de una oportunidad, y lamentablemente hasta el momento y por diferentes cosas no se hicieron. La empresa nos va a presentar en el mes de abril un plan de obras que tiene que llevar adelante y en función de eso seguiremos charlando. Nosotros hoy venimos porque creemos que es un tema muy importante”, enfatizó el gobernador.
El plan de la provincia es que, antes de negociar una extensión de contrato a cambio de las millonarias inversiones para reparar y ampliar los muelles (junto con toda la nueva infraestructura y tecnología para operatoria), que es la fórmula que se utiliza para estos casos, TPR debe ponerse al día no solo con el canon (como ya hizo) sino cumpliendo con las obras de infraestructura que, sostiene, debería haber concretado y la empresa no hizo. Acomodar esa situación despejaría la mesa para la negociación final sobre la ampliación de la concesión como activador de las inversiones en los muelles.
El reloj le juega a favor de la Provincia, ya que la concesión llega hasta 2032. No obstante, la infraestructura es la que no puede esperar. Tampoco los negocios. Por falta de capacidades, Rosario perdió allá por inicios de los 2000 todo el negocio de la exportación de vehículos a manos del puerto de Zárate
Eso sí, desde la Casa Gris deslizan que será muy difícil que lo corran a Pullaro con las cifras que se necesitan para invertir en los muelles como mecanismo de presión, ya que a un gobierno que invertirá este año 1.500 millones de dólares en obra pública no le tiembla el pulso de gira unos cientos de millones para pagar las obras y dejar al costado del negocio de la operatoria a la actual concesionaria.