“No te dan una Carta de Garantía para un cliente nuevo que le acercas por dos camiones que le querés vender para entregar a mediados de marzo y mediados de abril porque dicen que tienen que estudiar toda la carpeta del productor, pero sí le dan crédito ilimitadamente y sin mucho análisis de riesgo a un puñado de agropecuarias que cuando caen los dejan enganchados en millones”.
La reflexión de un operador del mercado de granos de la región hace foco en el hecho de que los principales exportadores multinacionales de granos quedaron como acreedores en la convocatoria de Los Grobo por granos que le compraron directo (sin pasar por el mercado abierto o con intervención de corredores) pagaron anticipadamente, pero nunca les entregaron.
Y ese traspié no resultó inocuo para el comercio: los grandes compradores de granos redujeron el crédito (que significa abrirle una Carta de Garantía al corredor por un productor que acerca) y eso dificulta ventas y quita liquidez al negocio.
En efecto, en el legajo de acreedores que presentó la defaulteada en el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 12, a cargo de Hernán Diego Papa, aparecen:
x) ADM ($5.540 M)
x) Dreyfus ($3.800M)
x) Bunge ($2.400M)
x) Viterra ($779M)
x) Cargill ($701M)
x) ACA ($648M)
“En vez de distribuir el riesgo operando con una amplia gama de corredores, lo polarizan porque se abastecen de granos por compras directas a un puñado de productores y acopios a quienes, por razones que no se saben, les otorgan mucho crédito. Ya les pasó antes con BLD y Guardatti Torti. También con Sebastián Grimaldi SA y Cereales del Sur. Y ahora los emponó Los Grobo”, apunta otro operador recordando que en todos los casos de importantes acopios que cayeron en los últimos años los exportadores aparecían como acreedores de relevancia.0
En efecto, repasar la lista de cómo estaban expuestos los grandes exportadores a las firmas que cayeron en los últimos tiempos activa interrogantes sobre cómo es la estrategia para medir los riesgos que implementan las casas compradoras.
Y en el caso de Los Grobo, el tamaño del impago es el que llama la atención, Y una que se lleva todas las miradas es ADM, que quedó entre las principales víctimas del default.
Ocurre que esta empresa de capitales estadounidenses es de las que más temprano tomó la estrategia de retirarse del mercado abierto (en tiempos, incluso, en los que el mercado físico operaba presencial en la Bolsa de Comercio de Rosario) para operar sólo con un puñado de 10 corredores (supuestamente para evitar el riesgo de que se le cuelen productores flojos de papeles en su listas de proveedores si le abría el juego a muchos a corredores).
ADM aseguraba que no compraba directo para evitar el riesgo de los impagos (ya que el corredor garantiza la operación), pero pese a que, supuestamente no operaba directo, aparece liderando el ránking de los enganchados en el default de Los Grobo porque le compraba directo.
No obstante, vale una aclaración, con la marcha del expediente de convocatoria se conocerá si la compras a Los Grobo de ADM fueron directas o con carta de garantía de algún corredor, o como cuanto de cada uno.
Pero lo que es más importante y no pasó desapercibido en el mercado es que ya el mismo día (el viernes) en que se difundió la lista de los acreedores, ADM que todo el 2024 y hasta el jueves compraba todo con pago anticipado (Carta de Garantía), salió a comprar maíz con descarga al 7 de marzo pagando $215.000 la tonelada, pero contra entrega.
Nada de crédito. De esa formal, el default de Los Grobo, al menos por ahora, se cobra otra víctima: el financiamiento de los exportadores.
Pero revisar la lista de los grandes exportadores afectados por el default también expone la creciente estrategia de los compradores de ir hacia las operaciones directas a acopios y productores (sin pasar por el mercado como sería hacer ofertas abiertas a los corredores).
Se trata de una práctica histórica en el comercio, pero que (de la mano del aumento de los acopios propios que los traders construyen en el interior) cada vez es tiene más volumen con el argumento que les hace más eficiente la originación, sobre todo en tiempos en los que el chacarero es cada vez más reacio a desprenderse de la mercadería y busca bajar costos, por ejemplo ahorrándose la comisión del corredor.
El problema de la compra directa es que al vaciar de volumen las operaciones abiertas le quita luego robustez y representatividad a los precios de referencia (la Pizarra), que tanto usa y necesita el campo como guía en la toma de decisiones.
En rigor, hace ya tiempo que el mercado de granos mutó a otra forma. Los corredores casi que ya no le venden a un exportador de los grandes (que les retacean el alta a nuevos clientes, al que luego -eso sí- van a visitar desde su acopio para comprarle directo) como pasaba en el viejo recinto de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Básicamente, los corredores le venden hoy a un puñado de grandes corre-acopios, quienes son los que le venden a la exportación la mercadería.
Finalmente, que el default de Los Grobo provoque que los exportadores reduzcan los pagos anticipados es otra clara consecuencia perjudicial para todo el mercado de la compra directa.
Y es que ya cuando arrancó el tembladeral con la caída de Surcos y ahora que se profundizó con Los Grobos, los exportadores empezaron a cerrar la canilla del crédito a los vendedores de granos quitándole liquidez al mercado y afectando los negocios particulares de las agropecuarias.
“¿Vos viste algún corredor de granos de Rosario en la lista de acreedores de Los Grobo?”, conversaban ayer con ironía dos importantes referentes del correaje de granos de Rosario. Y quedó todo dicho entre ellos.