El gobierno nacional contabilizó que ocho dragadoras analizaron la licitación de la hidrovía y ahora deja trascender en círculos empresarios que espera que al menos tres grandes empresas presenten ofertas para administrar el sistema troncal de navegación. Serían la belga Jan de Nul, actual contratista de la obra y ex concesionaria, la holandesa Van Oord y la también belga Dredging International.
La presencia de esta última en ese listado es toda una novedad y no pasa desapercibido porque se trata de la dragadora que más cargó públicamente contra el proceso licitatorio en marcha, llegando a denunciar en la Justicia y en sede administrativa un supuesto direccionamiento, sin lograr frenar la compulsa o cambiar condiciones, como reclamaba.
Es más, en el gobierno dicen que desde Dredging -que colgó los guantes de pelea, pero no se baja de la competencia- hasta les anticiparon que presentarían una oferta económica muy tentadora porque les interesa quedarse con el negocio.
Y precisamente, eso es música para los oídos de los usuarios de la vía navegable (navieras, exportadores, puertos), ya que -entienden- que solo con una gran competencia de los oferentes habrá una mejora en la tarifa del peaje, ya que los precios de referencia puestos en los pliegos son vistos como altos.
Que haya tres competidores, y dos de ellos muy interesados (Jan de Nul y Dredging), no sólo despierta expectativas en los usuarios, sino que marcaría un triunfo político para el gobierno de Javier Milei. Es que era decisión tomada en el Ministerio de Economía, que conduce el proceso, dar de baja a la licitación si se presenta una sola oferta (era obvia la presencia de Jan de Nul) el próximo miércoles 12 de febrero, cuando se abran lo sobres.
Si solo Van Oord se alistaba para competir (dato que se viene barajando desde hace tiempo), el proceso mantenía las formas, pero quedaba rengo porque si bien se trata de un importante jugador, en esta puja siempre corrió desde muy atrás.
Por el contrario, si como dice el gobierno, Dredging se suma -además de que competirá fuerte- también es interpretado como un triunfo porque le permite imprimirle mayor fortaleza institucional, ya que si quien tanto se quejaba y buscaba impugnar el proceso decide competir es porque, a fin de cuentas, la cancha tan inclinada no estaba, según la lectura que baja ahora del Palacio de Hacienda.
La holandesa Boskalis -junto con Jan deNul y Dredging, los principales animadores del proceso- ya dejó trascender que se bajó de la carrera. Si bien la explicación a la que recurren sus ejecutivos hace referencia a los términos de la licitación, en rigor no estaba en los planes de Boskalis administrar toda la hidrovía. Fue por eso que hizo lobby para partir la hidrovía al menos dos tramos (y por ende, dos licitaciones) por estrategia (no querer estar tan expuesta en la región) y por conveniencia de negocios, ya que se veía más competitivo con esa fórmula.
Interesados
“Dentro del proceso licitatorio se han constatado la participación de ocho (8) “constructores” (en los términos del sistema CONTRAT.AR). Los participantes han realizado diversas consultas, las que se están respondiendo debidamente”, dijo la Agencia Nacional de Puertos y Navegación en el texto de 88 páginas con fecha del 4 de febrero, en el que desestima la denuncia de direccionamiento presentada por Dredging International.
Ese párrafo en el que se da cuenta sobre la existencia de ocho interesados es el más novedoso de la extensa defensa del gobierno al proceso, ya que busca alejar los fantasmas de un “vaciamiento” de ofertas.
“Queda demostrado que los Pliegos que rigen la Licitación se ajustan a los principios de transparencia, igualdad de oportunidades, eficiencia económica y concurrencia establecidos en la legislación nacional. El diseño del Pliego asegura la transparencia, promueve la competencia y prioriza la sostenibilidad a largo plazo de este proyecto estratégico para el desarrollo portuario y económico del país”, señala el rechazo al reclamo administrativo.