El papa Francisco muestra desde hace unos días una "leve mejoría" en su estado de salud. Así lo había confirmado la oficina del prensa del Vaticano en su parte médico del jueves y lo ratificó en el de este viernes. El Santo Padre cumple una semana internado en el policlínico Gemelli de Roma producto de una infección polimicrobiana.
En los últimos días Francisco dejó de tener fiebre y sus parámetros hemodinámicos se mantienen estables. Producto de esta mejoría, ya desde el jueves fue retomando sus actividades de trabajo, siempre con los cuidados pertinentes.
Este viernes incluso logró salir de la cama de internación y se sentó a desayunar.
Francisco, de 87 años, fue ingresado hace una semana en el hospital Gemelli de Roma tras ser diagnosticado con una neumonía bilateral. Aunque su evolución es favorable, los médicos continúan con un seguimiento cercano de su estado de salud.
Según la información oficial, Francisco continuaba con su actividad laboral y el último miércoles había recibido la visita de la Primera ministra italiana, Giorgia Meloni
Desde Italia, en diálogo con Radiópolis (Radio 2), el periodista Guido Gazzoli, abonó tal información, aunque, consultado sobre si existe la posibilidad de que la versión del Vaticano “oculte” la realidad sobre la evolución de Bergoglio, el entrevistado no negó tal chance.
El Vaticano ya había informado el lunes que el Papa, ingresado desde el viernes, padecía una "infección polimicrobiana de las vías respiratorias" y presentaba un "cuadro clínico complejo", lo que indicaba que permanecería hospitalizado al menos hasta el miércoles, fecha en la que debía encabezar su audiencia general, ya cancelada.
Pese a los reiterados problemas de salud de los últimos años -dolencias en la cadera, dolores en la rodilla, operaciones e infecciones respiratorias-, el argentino Jorge Bergoglio ha mantenido un ritmo de trabajo intenso en el Vaticano, según el análisis de RFI.
La hospitalización del Papa es la cuarta en menos de cuatro años y volvió a relanzar el debate sobre su salud.