La Policía Federal detuvo en barrio 17 de Agosto, en la zona sur de Rosario, a un miembro de la banda Los Monos acusado de participar del secuestro extorsivo del empresario portuario Gastón Tallone, quien fue visto por última vez en julio del año pasado en el barrio porteño del Almagro y continúa sin aparecer. 

La investigación del caso Tallone, por el que allegados llegaron a pagar entre 50 y 100 mil dólares para que sea liberado, develó una trama narco vinculada con el Puerto de Concepción del Uruguay, donde el propio Tallone tenía intereses, y actores de la mafia rosarina, como Ariel "Guille" Cantero, el jefe de Los Monos.

Según el expediente que tramita en Comodoro Py a cargo del fiscal Carlos Stornelli –que también se nutrió de información colectada en causas penales del fuero local– Cantero habría ordenado el secuestro en venganza por la desaparición de un cargamento de 340 kilos de cocaína a mediados de 2023. Aún no fue develado si realmente Guille fue el ideólogo de la represalia, o bien prestó un servicio para un tercero. El empresario –que ya era investigado por lavado narco– sufrió antes de su desaparición una serie de amenazas y aprietes en nombre de "la mafia".

El último capítulo de la novela narco refiere a la detención de Lucas Gabriel Leiva, uno de los sicarios de Los Monos acusado de "chupar" a Tallone el 8 de julio de 2024 en la zona porteña del Abasto. Según trascendió, los detectives de la PFA arrestaron el jueves, el día de su cumpleaños 36, en su casa de Moreno al 6300.

En el prontuario de Leiva figuran varios asaltos, como el robo a un súper chino de Moreno al 6100 junto con otro soldado de Los Monos. O el robo a un local de la empresa Claro en pleno centro de Rosario en 2014.  La última anotación fue en abril de 2022, cuando la jueza María Trinidad Chiabrera le convalidó una condena a tres años de prisión efectiva como miembro de una asociación ilícita que ofrecía "servicios"  a terceros (contratistas), como hechos de extorsiones, abusos de armas, usurpaciones de viviendas, tráfico de estupefacientes, usura y robos de vehículos.

Antes de Leiva, por el caso Tallone habían quedado involucrados los barras rojinegros Alejandro "Rengo" Ficcadenti y su ladero Omar "Bebe" Di Vanni, quienes habían sido detenidos en agosto del año pasado por las amenazas que sufrió el entorno de la familia del futbolista Ángel Di María. 

El análisis del celular de Ficcadenti y un cuaderno de anotaciones aportaron pruebas comprometedoras como el mensaje que llegó al teléfono de Agustín Tallone, el hijo de la víctima, que fue recuperado del teléfono del barra: “Buenas noches, cumpa. La cosa es corta. El ladrón está acá con nosotros y está bien. O devuelven la droga y los 500 mil dólares que se robó y todo se termina y él vuelve, le robó a todos los narcos y ahora toca pagar. Si baten la cana bajamos y vamos por todos ustedes y sus ayudantes. Con la mafia no se jode”.

Instrucciones. La foto recuperada del teléfono del "Rengo". El mismo mensaje le llegó al hijo de Tallone.


El rompecabezas también involucra a peces gordos del narcotráfico. Como el célebre narco Gustavo Juliá, quien ya purgó una condena de 13 años por intentar introducir una tonelada de cocaína a España en un jet privado –el “narcojet” de 2011–, a quien detuvieron en diciembre.

Además en la causa ya hay dos detenidos que fueron procesados en agosto. Uno es el abogado José Uriburu, quien cobró notoriedad mediática durante la cuarentena, por haber corrido una maratón de 42 kilómetros en su departamento. Uriburu, a quien mencionan como "Bigotito", también tenía intereses en el puerto entrerriano y se sospecha que entregó a Tallone. El otro detenido es Juan Carlos Miró, allegado de Tallone.