Los padres de Ailén Oggero, la joven de 32 años que fue asesinada a tiros el pasado martes en su casa de barrio Belgrano, relataron parte del calvario que la víctima padeció durante sus últimos meses de vida.
Ailén cargaba un historial como víctima de violencia de género y había radicado una denuncia por la que se inició una causa que quedó cargo de la fiscal Verónica Ballari. Fue su familia la que, al tomar conciencia de lo que estaba atravesando, la motivó a denunciar estos hechos.
Enrique y Mónica, sus padres, hablaron con Telenoche (El Tres) y contaron que, por querer resguardarlos, ella nunca les brindó todos los detalles sobre la tortura a la que la estaba sometiendo su expareja Jonathan O., de 33 años y quien este jueves quedó imputado con prisión preventiva por el plazo de ley por haberla golpeado y amenazado en noviembre del año pasado.
Su madre contó que el vínculo entre Ailén y el ahora imputado había comenzado hace aproximadamente dos años y medio, pero que su hija “estaba intentando cortar la relación” desde hacía por lo menos un año.
Aunque tanto Mónica como Enrique sabían de la denuncia por violencia de género porque Ailén les había contado, desconocían el contenido de la misma. Su madre recuerda que, cuando hablaban de su expareja, ella les pedía que si se lo cruzaban evitaran tratar con él y solo llamaran a la policía.
Los primeros indicios de que su hija era víctima de violencia de género les llegaron por sus amigas, y también notaron las consecuencias al ver algunas de las heridas que le quedaban producto de los golpes que recibía.
Sobre el crimen, su madre sostiene: “Seguimos sin poder creerlo, fue algo totalmente inesperado”. También indicó que su nieto, que con apenas 12 años estaba en la casa en el momento en el que le dispararon a su madre, “desde el primer momento se dio cuenta de todo”.
Amenazas y el momento del crimen
Aunque Jonathan O. también es investigado por su posible relación con el crimen de la mujer, el abogado a cargo de su defensa dijo tras la audiencia de este jueves que al momento del asesinato estaba trabajando en la planta de la cerealera de la que es empleado. El padre de Ailén recordó que el exnovio de su hija “le decía que la iba a matar con un arma”. “Una de las últimas veces me contó que no se lo podía sacar de encima”, contó Enrique, y agregó: “La había llevado a recorrer un campo y le decía que la iba a tirar ahí”. La mañana de crimen, el hombre escuchó los balazos y reveló que apenas segundos después su nieto lo llamó para pedirle que fuera hasta la casa de Ailén, que vivía frente a sus padres. Sobre la causa por violencia de género, manifestó que “es increíble que la fiscal, ante semejante denuncia, no haya actuado antes”. Todavía conmocionada por lo ocurrido, Mónica expresó que lo único que les queda ahora es hacerse cargo de sus nietos. En la audiencia de este jueves, la fiscal Verónica Ballari le adjudicó al imputado varios hechos en un contexto de violencia de género contra la trabajadora de la salud fallecida como violación de domicilio, amenazas simples reiteradas, privación Ilegítima de la libertad, lesiones, hurto de vehículo dejado en la vía pública y tenencia ilegítima de arma de guerra. Mientras tanto, otra fiscal, María de los Ángeles Granato, aguarda el resultado de varias medidas investigativas para determinar si también lo lleva a audiencia imputativa por haber tenido algún grado de participación en el asesinato la extraccionista del hospital Centenario. En el legajo del asesinato se barajan dos hipótesis por el momento. Una, que lo tiene a Jonathan O. como el presunto instigador. Otra, que la sindican a la actual novia de Jonathan como quien podría haber mandado a matar a Oggero.