La equinoterapia se considera una terapia integral porque afecta positivamente al desarrollo cognitivo, físico, emocional, social y ocupacional. El hecho de que sea beneficiosa en tantos aspectos la convierte en una herramienta muy útil para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad.

Sabrina Ormaechea, kinesióloga y directora del grupo Raíces Ecuestres de equinoterapia de Fisherton, Rosario, dialogó en Dos Horas Pico (Radio 2) sobre esta terapia que está creciendo en estos últimos años a pesar de que no es nueva. De hecho, en la Grecia Clásica ya se aconsejaba montar a caballo como método para prevenir y curar diversas dolencias del cuerpo y de la mente.

"Yo la llamo la terapia con caballos. Son prácticas que se realizan en el campo, al aire libre, con un caballo que es coordinado por personas encargadas del ámbito de la salud. Se utiliza al caballo como medio para lograr tratamientos terapéuticos", comenzó. 

"Las personas que practican esta terapia, generalmente son personas con discapacidad, desde la motora, sensorial y otros. También trabajamos con personas con parálisis cerebral, con autismo o diferentes trastornos. Desde los seis meses hasta muy mayores", explicó la profesional. 

"Tiene muchos años esta terapia, pero hoy en día se está abriendo en diferentes ámbitos con distintas cuestiones, no solo para la discapacidad", agregó. 

¿Por qué se utiliza el caballo para realizar estas terapias?

 

El caballo es un animal dulce, tranquilo, adaptado y aceptado socialmente y con la capacidad de transportar. A nivel fisiológico, el caballo transmite calor a nuestro cuerpo, lo que ayuda a relajar musculatura y los ligamentos, y el flujo sanguíneo del animal estimula el sistema circulatorio.

Por otra parte, el caballo transmite impulsos rítmicos al cinturón pélvico, la columna y las piernas del jinete, lo que proporciona estímulos capaces de regular el tono muscular y regular la coordinación. La marcha del caballo también transmite un patrón de locomoción tridimensional y una sensación de movimiento e impulso hacia delante.

"No hay ninguna máquina que pueda suplantar el trabajo que se hace estando arriba de un caballo sentado de manera correcta", dijo Sabrina. 

A modo de resumen, entre los beneficios físicos de la equinoterapia, se destacan el desarrollo del tono muscular por trabajar varios músculos a la vez, el incremento de la fuerza, la resistencia, el equilibrio y la coordinación y la mejora de la destreza motora.

Respecto a sus beneficios psicológicos, la equinoterapia, permite a quien la practica, asociar las sensaciones físicas con nuevas reacciones psicológicas en relación con sí mismo y con el entorno.

La equinoterapia incrementa la autoestima y la seguridad, fomenta la autonomía y el autocontrol, mejora la comunicación, potencia la concentración y la atención y desarrolla el respeto por los animales.