El sueño es uno de los aspectos más importantes de la vida, no sólo en pos de recuperarse de las actividades diurnas, sino que suceden distintos eventos importantes mientras el cuerpo descansa. En este sentido, una mala higiene de sueño puede generar intermitencias en el descanso o que, al despertar, se tenga la sensación de no haber podido descansar bien ni haber recobrado la energía necesaria.
Expertos en la temática suelen recomendar atender al "descanso reparador". Sobre el mismo, recuerdan que la propia persona es el mejor termómetro en torno a su descanso en pos de dar cuenta si han podido lograrlo o no.

Higiene de sueño
Actualmente existe un boom en torno a la llamada "higiene de sueño". Este concepto alude a los buenos hábitos o prácticas diarias que incluyen determinados factores ambientales para contribuir al buen descanso y conseguir un sueño de calidad.
Sobre la misma, los especialistas sostienen que es clave contar con una rutina para desconectar de los pensamientos y el estrés del día, como por ejemplo anotar asuntos pendientes e ideas del día siguiente que queden registrados allí y no en un constante pensar sobre los mismos; así como realizar una pequeña meditación o ejercicios de respiración antes de acostarse.

Además, añaden la importancia de evitar el uso de pantallas hasta una hora antes de dormir, utilizar luces tenues hacia la noche, en pos de indicarle al cerebro que el día "se va terminando" y que poco a poco el sueño debe comenzar a habitar el lugar. Para quienes suelen ir seguido al baño, evitar la ingesta de líquidos hasta media hora antes de acostarse.
De esta forma, es la propia persona quien se garantiza, con sus propios hábitos, una correcta higiene de sueño que le permita conseguir lo necesario para garantizarse el correcto descanso.