En un marco de profundo hermetismo, la Fiscalía de Cosquín, Córdoba, investiga el crimen de un hombre de 38 años llamado Federico Oliva, quien estuvo desaparecido desde la noche del 24 de febrero hasta ser hallado sin vida el pasado sábado en una zona rural cercana a Capilla del Monte.
Según indicó la prensa cordobesa, Oliva era analista de sistemas y vivía en la localidad cordobesa de Río Ceballos, pero era oriundo y propietario de una tienda y terminal de Pago Fácil en Cruz del Eje, distante poco más de 100 kilómetros. "Tenía un buen pasar económico y era un exitoso emprendedor", lo definió un familiar. La última vez que su familia supo de él fue el lunes 24 de febrero, cuando Oliva viajó a La Falda, y al día siguiente realizaron la denuncia.
El 1º de febrero, el cuerpo de Oliva fue hallado en la zona de la pequeña localidad de Escobas, cerca de Capilla del Monte. Aunque no se precisó oficialmente, está confirmado que fue una muerte violenta. Según el periodista Jorge Alberto Dominguez, de La Falda, el cuerpo estaba descuartizado. Y tenía un balazo.

Según trascendió del relato de un familiar de la víctima, Oliva había viajado el lunes en su camioneta Ford Bronco a La Falda para visitar un amigo, aunque desde la hora 23 de ese día se le perdió el rastro. Según esta versión, la última persona que tuvo contacto con él fue el amigo que, al ser consultado, dijo a familiares que ese mismo lunes Oliva había partido rumbo a Córdoba junto con personas que no pudo identificar, aunque había dejado la Ford Bronco en La Falda.
Según los escasos datos que trascendieron de la causa que se instruye bajo secreto de sumario a cargo de la fiscal Paula Kelm, en la madrugada del martes la Ford Bronco de Oliva fue llevada por su amigo a Córdoba.
“Ambos se iban a encontrar en Córdoba otra vez", dijo Pablo Oliva, hermano de la víctima, en diálogo con la Estafeta.
Según Pablo Oliva, cuando el amigo llegó a Córdoba, dijo que no encontró a Federico, que no se había podido comunicar con él ni en capital, ni en el camino. Por ello, dejó la camioneta y se volvió a La Falda.
El teléfono de Federico estuvo apagado desde el martes a las 2, señalaron familiares.
El hombre que dijo verlo por última vez ahora se convirtió en sospechoso en la investigación, mientras siguen las actuaciones en medio de un marcado hermetismo.
El domingo hubo un amplio despliegue de investigadores en La Falda. Las tareas de Policía Judicial y personal de la División Investigaciones de la Policía se concentraron en un comercio de instrumentos musicales, Anfer, en la avenida Edén de La Falda, propiedad del sospechoso, quien quedó imputado por el supuesto delito de encubrimiento.