El multimillonario tecnológico Elon Musk afirmó que su servicio de internet por satélite Starlink no puede operar en Sudáfrica porque él "no es negro". Los funcionarios sudafricanos recogieron el guante, y aseguraron que el problema no tiene nada que ver con la raza de Musk.
Musk, que nació en Pretoria, la capital administrativa de Sudáfrica, pero reside principalmente en los EE. UU., hizo los comentarios el viernes en reacción a un podcast en el que aparecía el empresario sudafricano Rob Hersov. En un fragmento compartido en línea, Hersov afirmó que "las leyes basadas en la raza en Sudáfrica son todas antiblancas" y argumentó que el país ha sido "infectado... con un virus maligno de la mente woke".
"Starlink no puede operar en Sudáfrica, porque no soy negro", chicaneó Musk en X, en sintonía con lo expresado por Hersov.
Starlink is not allowed to operate in South Africa, because I’m not black https://t.co/yOFafNValQ
— Elon Musk (@elonmusk) March 7, 2025
El portavoz diplomático sudafricano Clayson Monyela rechazó las afirmaciones de Musk. "Señor, eso NO es cierto y usted lo sabe. No tiene nada que ver con el color de su piel", escribió Monyela en X. Añadió que Starlink puede operar en Sudáfrica "siempre y cuando cumpla con las leyes locales".
Las regulaciones sudafricanas, en teoría diseñadas para abordar las desigualdades raciales heredadas del apartheid, exigen que las empresas de telecomunicaciones extranjeras sean propiedad, al menos en un 30%, de “personas de grupos históricamente desfavorecidos”. Starlink, subsidiaria de SpaceX, no cotiza en bolsa y no cumple con este requisito.
En 2023, la empresa matriz de Starlink envió una carta al regulador sudafricano de telecomunicaciones (ICASA) en la que calificó la exigencia del 30% de participación como una “barrera importante” para la inversión.
El debate sobre Starlink surge en medio de crecientes tensiones entre Sudáfrica y Estados Unidos. El mes pasado, el expresidente Donald Trump amenazó con cortar la ayuda a Sudáfrica, acusando al país de estrechar lazos con Irán y de presentar una demanda contra Israel en la Corte Internacional de Justicia por presunto genocidio en Gaza. También criticó la reforma agraria sudafricana, argumentando que vulnera los derechos humanos.
En respuesta, el presidente Cyril Ramaphosa negó que su gobierno tolere abusos a los derechos humanos. “No nos dejaremos intimidar”, afirmó en un discurso en febrero. El mes pasado, Ramaphosa se reunió con Musk para discutir la “desinformación y distorsiones sobre Sudáfrica”, según informó su oficina.

El gobierno sudafricano defiende la Ley de Expropiación como una herramienta para reducir la desigualdad en la propiedad de la tierra. A pesar de que los blancos representan solo el 7% de la población, siguen poseyendo la mayoría de las tierras agrícolas. La meta oficial es transferir el 30% de estas tierras a agricultores negros para 2030.