El debate por la reforma constitucional en el plenario de comisiones del Senado y de la Cámara de Diputados de la provincia entra en estas horas en su tramo final: a las 15 será la reunión de este miércoles y el objetivo es tener el dictamen que sintetice los nueve proyectos con estado parlamentario sobre el final de la jornada, aunque fuentes del oficialismo ya lo consideraban difícil y apostaban al jueves a la mañana. Y es que entre las cosas que restan analizar, hay dos cuestiones que pueden llevar arduas discusiones: los alcances de la autonomía municipal y régimen electoral. Dentro de este último tema, el socialismo propone que haya balotaje en la elección del gobernador, una propuesta que rechaza el PJ y espera que el radicalismo fije posición.
La sesión de Diputados que debería darle media sanción a la ley que declarará la necesidad de la reforma, convocará a elecciones de constituyentes y establecerá cuáles artículos se pueden modificar y cuáles no fue convocada para las 13 del jueves, mientras que el Senado le daría la aprobación definitiva el viernes a la mañana.
Este miércoles a la mañana había contactos informales entre los negociadores para terminar de acordar las tres cuestiones más difíciles de consensuar: si los 60 convencionales se elegirán por distrito único (como propone el perottismo) o si, en espejo con la Legislatura, habrá 50 por distrito único y 19 representantes departamentales (la propuesta del oficialismo); si habrá alguna instancia de internas para los partidos que no consigan llegar a una lista única, y cuál será el piso de votos que se exigirá para llegar a convencional.
Este martes hubo avances significativos y, sobre todo acuerdos que comienzan a perfilar al menos el marco del nuevo texto constitucional que los convencionales definirán muy probablemente en noviembre de 2025.
Por caso, quedó descartada la posibilidad de abrir a discusión la bicameralidad, lo que en principio le quita a una bandera a la referente de Somos Vida, Amalia Granata, que había dicho que se iba a postular a convencional y que iba a proponer eliminar el Senado. Granata no asistirá este jueves en la sesión, porque viajó a Roma a un encuentro con el Papa Francisco y que su lengua filosa esté ausente puede significar un alivio tanto para Unidos como para el perottismo.
Entre las cuestiones que sí se acordó modificar, se extenderá el período ordinario de sesiones de la Legislatura, que comenzará el 1º de marzo y ya no el 1º de mayo; se unificarán en cuatro años los mandatos comunales y municipales; se quitará a los legisladores la potestad de sancionar a los fiscales, y todo indica que se le dará rango constitucional al Consejo de la Magistratura como órgano de selección de las ternas de jueces que se elevan al Poder Legislativo.
Además, habría acuerdo para fijar en 75 años la edad en que se deben jubilar los jueces, en línea con la reforma judicial que la propia Legislatura sancionó semanas atrás.
También hay acuerdo en habilitar la reelección de gobernador y vice, aunque quedará en manos de la Convención Constituyente definir si eso incluye al actual mandatario Maximiliano Pullaro.
Otra cuestión consensuada es que se termina la mayoría de 28 diputados para el partido que gana en ese rubro la elección y las bancas se distribuirán proporcionalmente por sistema D’Hondt puro.
No estaba claro si hay acuerdo también para terminar con la posibilidad de que senadores y diputados sean reelectos indefinidamente.
En cuanto a los votos necesarios para sancionar la ley de necesidad de la reforma todo indica que están en Diputados los dos tercios –34 votos– que se necesitan: hay 28 del oficialismo, 4 del perottismo, 2 del Frente Amplio por la Soberanía, el del outsider Juan José Piedrabuena, y no se descarta que Omar Paredes –de Somos Vida pero con pasado radical– también levante la mano. Es decir, que podrían ser hasta 36 votos a favor.
En el Senado, Unidos cuenta con los dos tercios con sus propios legisladores.