El fiscal Miguel Moreno brindó precisiones sobre el allanamiento realizado este jueves en una oficina del Gigante de Arroyito, en el marco de una investigación por administración fraudulenta que involucra a la sociedad Ruffino SAS, la cual perteneció al asesinado jefe de la barra Andrés “Pillín” Bracamonte y a Sergio Quiroga, el exintendente del estadio de Rosario Central, cuyo domicilio en Roldán también fue requisado por personal policial.
“Se procedió al allanamiento en función de que la Fiscalía ya posee elementos para considerar que [Quiroga] cometió el ilícito de administración fraudulenta en perjuicio de Central, además de estar asociado a Bracamonte en determinados emprendimientos societarios que contratan con el club sólo por la presión que ejercía Bracamonte como jefe de la barra sobre las autoridades”, detalló el fiscal ante la prensa.
Como resultado de los allanamientos en Arroyito, los oficiales de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) secuestraron 18 millones de pesos y 4 mil dólares, cuyo origen será investigado; teléfonos celulares y computadoras y documentación relacionada con la administración del club.
Todo ello fue considerado “elementos de interés” y deberá determinarse si se trata de evidencia para nutrir el legajo penal de la Fiscalía, que venía investigando los presuntos negocios espurios de Bracamonte y sus socios desde 2020.
Moreno admitió que no esperaban dar con tanto dinero en efectivo la caja fuerte de la oficina de Quiroga, y que ahora se investigará el origen de la suma.
En tanto, la PSA también incautó un celular cuyo contenido no sólo interesa a la Unidad Fiscal de Delitos Económicos, sino también al equipo que investiga el crimen de Bracamonte, el “uno” de la barra, asesinado el 9 de noviembre a escasas cuadras del Gigante.
El 26 de julio de 2019, Pillín creó junto a Quiroga la sociedad Ruffino SAS, una firma que tiene por finalidad desde fabricar y comercializar indumentaria deportiva hasta construcción, reformas y reparación de edificios y brindar servicio de organización de convenciones, exposiciones y shows, según declara.
Durante la investigación del patrimonio del jefe de la barra la Fiscalía constató que en la sede de la firma, ubicada en Coronel Fernández al 1000 bis (a metros del Gigante), no había indicios de la empresa y que el 87 por ciento de las ventas en el semestre que iba desde septiembre de 2019 a febrero 2020 fueron hechas al club de Arroyito por 805.690 pesos.
Al respecto, Moreno dijo que Quiroga no fue imputado porque, aunque fue allanado y sabía que lo buscaban, nunca se presentó a dar explicaciones sobre el emprendimiento puesto bajo la lupa.
“Un emprendimiento sólo en lo formal, que aparecía prestando servicios a Central y en rigor sólo obtenía dinero a cambio de nada”, definió el acusador sobre este caso “paradigmático” de posible defraudación a la institución, puesto que Rufino Sas había vendido mates al club y según los informes de AFIP no había ninguna evidencia de que la empresa hubiese adquirido previamente los mates ni que se dedicara a fabricarlos.