La ciudad amaneció otra vez con un terrible olor a humo producto de más de 40 incendios en la zona de islas que fueron sofocados o intentaron serlo por el grupo de brigadistas que opera desde hace unos días en la región. El hecho se produjo casi como una afrenta después que los gobiernos provinciales junto a la Nación acordaran una vigilancia permanente, se declarara la emergencia ambiental y la prohibición por 180 días de cualquier tipo de quema en la zona. Ahora bien, hasta que no se resuelva la cuestión de fondo –que es el negocio y la explotación de las islas para la cría y engorde de ganado–siempre se irá detrás del problema tratando de apagar los focos que se originan frente a nuestras costas.
¿Por qué se queman las islas? La isla rinde más que un campo en tierra firme para criar y/o engordar ganado. Hoy a los campos conviene arrendarlos o explotarlos con la soja, entonces la explotación ganadera ha ido buscando nuevos horizontes y desde ya hace varios años lo encontró en las islas entrerrianas. “En sólo seis meses una vaca engorda de los 400 a los 600 kilos y esto es producto del canutillo que come estando en la isla” cuenta un experto del lugar. Y el promedio es 4 cabezas de ganado por hectárea. Existen extensiones de islas donde un solo propietario o arrendatario llegan a tener más de mil cabezas.
¿Cómo es el negocio? Se hace un contrato, legal, que se denomina pastaje, y se pacta un valor monetario por cabeza de ganado y por mes. El puestero, que puede ser o no el dueño de la isla, se ocupa de que el animal se críe o engorde, de vacunarlo y de mantenerlo a salvo de los avatares de la vida en la isla. Incluso hay tratamientos especiales para el ganado que tienen la certificación del Senasa, vale mucho más, y se exporta a la Unión Europea.
¿Para qué se queman las islas? Para preparar el terreno para que el ganado se alimente y ahuyentar a los roedores como las víboras que puedan atacar a los animales.
¿Quiénes son los responsables? Buena parte de las islas son tierras fiscales pertenecientes a la provincia de Entre Ríos y los que se otorgan son permisos para la explotación. A quiénes, cómo, bajo qué mecanismo, a cambio de qué: son respuestas que debe dar el gobierno de la provincia vecina.
Los gobiernos locales hicieron circular el viernes pasado a los medios de comunicación de la ciudad un listado de siete nombres de supuestos propietarios o responsables de los hechos que tiene la causa que instruye el fiscal federal de Entre Ríos tras la denuncia penal que hicieron los intendentes de Rosario y San Lorenzo por las quemas. Por lo que Rosario3 pudo saber hasta ahora sólo el apellido Maceratesi es conocido en este lado de la costa. Es una familia de la localidad de Aldao que tiene extensiones en la isla sobre el arroyo Careaga, que une Puerto San Martín con Victoria, y que está a más de treinta kilómetros río arriba de Rosario.
“La mayor parte de los propietarios de las islas son de Entre Ríos”, apunta un baqueano de la zona. Pero también hay matarifes y responsables de frigoríficos del Gran Rosario que tienen el ganado enfrente. Pero el listado no termina allí. Es como el dicho popular, “el río es una peluquería grande, se sabe todo”. Claro que el Catastro con los nombres de los propietarios y arrendamientos está en Victoria.
En un principio había circulado que el intendente de Victoria, Domingo Maiocco, era uno de esos propietarios de campos incendidados. Pero el propio jefe municipal de la ciudad entrerriana lo desmintió en un llamado a De 12 a 14 y prometió salir a dar su versión este martes en El Tres.
A todo esto, la Universidad Nacional de La Plata cuenta con una isla (La Barrancosa) de unas 25 mil hectáreas que fuera donada por Celulosa Argentina. Y que también está arrendada.
¿Por qué ahora las quemas? En los últimos tiempos se lleva cada vez más ganado a la isla para su explotación. Es más las quemas generalmente ocurrían en primavera, pero la bajante del río ha provocado que haya más terrenos para ocupar y por eso creen que esas intervenciones se dan a ésta altura del año.
¿Es posible controlar los incendios? Sí. Con notificaciones a todos los responsables de las islas y con multas severas que hoy son “irrisorias”. Mediante geolocalización se conoce exactamente donde están los focos. Sólo basta decisión política para hacerlo. Hoy se actúa cuando los incendios están declarados. Para ello trajeron dos helicópteros y un avión hidrante del Plan Nacional del Manejo del Fuego.
¿Quiénes deben dar cuenta sobre la situación?. El rol fundamental lo tiene la provincia de Entre Ríos de quien depende la jurisdicción, cobra impuestos, otorga permisos de explotación, buena parte de las tierras son de su propiedad, y debe encargarse de controlar y sancionar a los que provocan los incendios. Sus autoridades argumentan que le faltan recursos, por eso piden ayuda a Nación que baja cuando lo exige Rosario o el tema estalla en los medios.
Otro rol importante deberá jugar la Justicia Federal con las denuncias que hicieron el alcalde rosarino y el sanlorencino. ¿Irá a fondo con todos? ¿Habrá sentencias? Sólo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, el aire es irrespirable en la ciudad.
Hasta que no se resuelva el gran problema de fondo que es la explotación ganadera en las islas va a seguir existiendo el problema de las quemas. Algo que se ha ido en aumento año tras año y nadie se atrevió a encararlo. Hasta bien puede el lector sospechar que no se quiere atacarlo. Pueden sofocarse los incendios, pero siempre se irá detrás del problema.
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