La tormenta que azotó Rosario y la región sur de Santa Fe el miércoles 5 de febrero dejó una serie de daños materiales de toda clase. Las precipitaciones acumularon 120 milímetros, lo que equivale al promedio histórico de todo febrero, con ráfagas de viento que llegaron hasta los 102 kilómetros horarios. En ese marco, el sistema de reclamos de la Municipalidad registró cerca de 1.250 incidencias vinculadas al arbolado público, y de ellas, 600 casos correspondieron a caída de árboles.

Es en consecuencia de los resultados de aquel fuerte temporal que se conoció que próximamente inicia un ambicioso plan de forestación de un total de 10 mil árboles, en busca de subsanar la cantidad de ejemplares caídos aquella jornada. Y de esta manera, por el número, se multiplicará en más de 15 veces la cantidad de caídos.

Además de árboles cayeron grandes ramas y cazuelas sobre la vía pública.

Se repondrán cazuelas vacías de alineación, espacios verdes y avenidas. Y en este programa “se van a priorizar especies nativas provenientes del Vivero Municipal”, expresó el secretario de Ambiente y Espacio Público, Luciano Marelli.

Durante los últimos tres años, la Municipalidad incrementó las tareas de mantenimiento del arbolado público, alcanzando un total de 220.000 intervenciones, y hasta el momento se plantaron 15.000 árboles.

A esto se suma que se viene llevando adelante el primer censo de arbolado de espacios públicos, como parte del plan de arbolado 2025, que permitirá conocer la cantidad y estado de todos los ejemplares existentes en parques, plazas, plazoletas y paseos de la ciudad.

“Los árboles son un componente fundamental para garantizar una ciudad habitable y sustentable. Sus contribuciones y aportes son muchos: dan sombra, reducen el impacto del sol y calor y así el consumo energético, mitigan los niveles de ruido, absorben contaminantes y mejoran la calidad del aire”, aseveró Marelli.