A la hora de observar la foto actual del negocio agrícola, cunde bastante el pesimismo, aunque esta semana haya recibido la noticia positiva sobre retenciones y algunas lluvias. Clima seco o con lluvias desparejas, bajos precios, dólar poco competitivo, márgenes tendiendo a cero o negativos, son algunos de los factores que inciden en la actividad, de acuerdo al análisis del experto Teo Zorraquin. "La clásica tormenta perfecta", definió.

"Siempre tratamos de evitar las generalizaciones, pero se percibe más que antes en nuestros encuentros con empresarios, que hay más gente preguntándose si ´vale la pena´, algo que puede orientarse a si vale la pena el esfuerzo, si vale la pena seguir o si vale la pena invertir y crecer. Lo hemos visto muchas veces, pero siempre se da por distintos motivos", reconoció. Y agregó: "Entendemos que la respuesta a esta duda es individual. Dependerá de factores como el tipo de empresa (familiar o no), la edad de los que dirigen, la situación financiera, las expectativas, las barreras de salida y muchos factores más".

De todas maneras, se mostró convencido y afirmó que "un negocio con la agricultura va a seguir habiendo". Para el experto, "siempre estos momentos llevan o a una mayor concentración o a un recambio de actores (algunos salen y otros entran), pero el negocio sigue, adaptando variables propias o confiando en una mejora que venga desde afuera".

"El modelo actual no cierra bien si no hay baja real y permanente de impuestos (en todos los niveles). Seguramente requiera un ajuste en el valor de los arrendamientos que hagan más viable la relación capital/riesgo, algo que resolverá la oferta y la demanda"

Al mencionar variables propias, señaló que son aquellas que dependen en parte de la propia decisión: arrendar o no, valor a pagar por arrendamiento, región donde ubicarse, tipo de productos o combinación de cultivos, modelo tecnológico, origen de financiamiento (propio, de inversores, bancario, de empresas). "Y una más: ¿qué tasa de retorno estoy dispuesto a aceptar por asumir el riesgo?", se preguntó.

Al mencionar mejoras que vengan desde afuera, el especialista menciona "suba de precios, mejora del tipo de cambio, que llueva mejor, que bajen los impuestos y que el país ofrezca mejor infraestructura que ayude a bajar costos".

En este escenario, el productor necesitará unos niveles de eficiencia aún superiores y quizás asumir que la "rentabilidad promedio esperada será más baja"; por eso la búsqueda de escala seguirá siendo un factor de competitividad. "Estamos en enero, pero hay mucho para pensar", concluyó Zorraquin.