Contar con poco cabello o que el mismo sea demasiado fino, suele generar algunos disgustos en quienes lo padecen. Sin necesidad de tratamientos caros y con algunos tips de cuidado a tener en cuenta, es posible cuidar mucho mejor la calidad del mismo.

Si bien cada persona cuenta con un tipo de cabello distinto respecto de la textura, el grosor y la cantidad, lo que lleva a que se consulte con un especialista en dermatología para que explique de qué forma abordar el cuidado de la propia melena; también se conocen algunas recomendaciones generales que son útiles para todas las personas en cuanto al cuidado cotidiano.

Algunos cortes de cabello favorecen la posibilidad de disimular algunos detalles como las "entradas" (revistacoiffure.com)

Cómo cuidar el cabello

-Elegir bien el corte de pelo: Es un punto sumamente clave que debe dialogarse con el barbero o peluquero de confianza. Según el tipo de cabello, la textura y la forma, hay cortes de cabello que contribuirán con un mejor mantenimiento en general, además de ayudar a disimular algunas cuestiones que de otra forma no se podrían.

Una dieta rica en zinc contribuye al estimulo de los folículos del cuero cabelludo (trendencias.com)

-Controlar la dieta: Qué se come y se toma es clave para generar una buena nutrición al organismo. Esto, indudablemente, repercutirá en la calidad del cabello. Alimentos con zinc como frutas, vegetales y frutos secos, o el omega-3, suelen ayudar a los folículos del cuero cabelludo a estimularse.

-Elegir un tipo de shampoo: No todos los cabellos son aptos para utilizar un mismo tipo de shampoo. El tipo de cabello, la grasitud del cuero cabelludo, entre otros, son factores clave para elegir con qué productos conviene lavarlo y con qué frecuencia.

-No lavar el pelo más de una vez al día.

El cabello no debe lavarse más de una sola vez al día y utilizar el tipo de productos adecuado para el propio cabello (capilclinic.es)

-No usar cantidades excesivas de shampoo para evitar la acumulación en el cuero cabelludo y desperdiciar producto.

-Utilizar agua a temperatura media, ni muy caliente ni muy fría, para evitar debilitar el cabello.