Este viernes, a 48 horas de que se produzca la asunción de Javier Milei, Alberto Fernández se despidió de su cargo como presidente de la Nación a través de un discurso por cadena nacional. El funcionario saliente hizo un repaso del trabajo que se realizó en los últimos cuatro años: "No logramos superar plenamente la herencia que recibimos", dijo a modo de balance. 

Y agregó a modo de autocrítica: "Sabemos que no alcanzamos los objetivos en el fortalecimiento de ingresos". En otro momento del relato, indicó: "Guardo conmigo el dolor profundo de no haber podido mejorar la vida de los que argentinos que aún viven en la pobreza"

Fernández hizo hincapié en las dificultades que debió enfrentar tanto él como sus distintos equipos de trabajo durante su gestión: la pandemia, la guerra de Rusia y Ucrania y la sequía, fueron algunos de los argumentos. También hubo críticas al macrismo por la deuda con el Fondo Monterario Internacional. 

Además, mencionó la importancia que le brindó su gestión a la defensa de la democracia y los derechos humanos. Luego, lamentó "no haber podido terminar con la grieta que nos separa y nos enfrenta".

Como un balance de su gestión, el presidente saliente indicó: "No puedo negar sensaciones encontradas, tengo pesar por lo que faltó hacer, lo que nos impidieron hacer y lo que debimos hacer de otro modo, es mi responsabilidad".

Por su parte, en clara referencia a los anuncios de Javier Milei respecto del futuro, Alberto Fernández defendió la herencia que deja su gobierno y le recomendó a su sucesor. “No es razonable pensar en un ajuste”.

Y agregó algo más sobre la herencia: El año entrante ingresarán, producto de nuestras exportaciones agrícolas y ganaderas, de nuestras exportaciones de gas y de litio, alrededor de 35.000 millones de dólares. Además, gracias al gasoducto que construimos, dejaremos de gastar 5.000 millones de dólares para importar gas licuado. De aquí hasta el 2030, las estimaciones marcan que las exportaciones sumadas de bienes y servicios crecerán el 80%”, dijo.

Fernández se había despedido este miércoles de los 400 empleados de la Casa Rosada. Mediante un brindis y rodeado de banderas del país, dijo: “En todo momento ustedes trabajaron y conseguimos poner a la Argentina de pie. Me voy con la tranquilidad de haber puesto todo lo que había que poner en este tiempo, para ayudar a este país. Estamos dejando un país que está funcionando”. 

Un día después, en su último acto oficial, Fernández participó de la 63ª Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, donde tuvo un afectuoso encuentro con Lula, presidente de Brasil, quien rechazó la invitación de Javier Milei para participar del acto de asunción del líder libertario del próximo domingo.