Las cuatro mujeres y el hombre que habían sido detenidos el viernes de la semana pasada en allanamientos de la Policía de Investigaciones por defraudaciones al banco Macro por 45 millones de pesos, fueron imputados este lunes en el Centro de Justicia Penal por el fiscal Carlos Covani. Todos quedaron presos, según la resolución de la jueza María Melania Carrara. 

Según la acusación, las hermanas María Belén Villa, Valentina Clarisa Villa, María Sofía Villa y Lionela María Jesús Villa y Manuel Fabián Sosa conformaron una presunta asociación ilícita que obtuvo 36 préstamos a nombre de personas que habían fallecido recientemente. Se agregó un caso que no llegó a consumarse, y que quedó en grado de tentativa. 

La causa se elevó al Ministerio Público de la Acusación el 15 de octubre pasado, cuando el apoderado del Macro de Rosario dio cuenta de un reclamo presentado por familiares de una mujer fallecida el 4 de septiembre pasado que habían recibido un correo electrónico de la entidad bancaria donde se notificaba un crédito otorgado dos días después del deceso. 

Ese préstamo de la mujer que había muerto en septiembre fue rápidamente transferido a la cuenta bancaria de Lionela María Jesús Villa, según se pudo determinar. 

En el legajo se pudo establecer que los investigados usurparon la identidad de un número significativo de personas que estaban en la base de datos del banco Macro, puesto que habían sido clientes, pero que al momento de la adhesión al homebanking y consecuente solicitud de créditos ya estaban fallecidas. 

En las tareas llevadas adelante por el fiscal Covani y su equipo de trabajo se detectó que varios de los clientes del Banco Macro, sobre quienes se habían creado usuarios de homebanking y se habían pedido préstamos, aparecían en avisos fúnebres de la misma fecha en la que se habían creado, o un día antes. Un caso testigo fue el de una mujer de Salta que murió el 30 de agosto, el obituario se publicó el 31 de agosto y en ese mismo día se dio de alta en el sistema. 

De las transacciones analizadas, el dinero siempre iba a María Sofía Villa, Valentina Clarisa Villa y Lionela María Jesús Villa, quienes tenían cuentas abiertas a su nombre en distintas entidades bancarias y billeteras virtuales. También se precisó que parte del dinero que conseguían con las maniobras era extraído en cajeros automáticos por las personas imputadas.

Las hermanas Villa tenían el centro de estética Renacer en Mitre al 700, cuya titularidad es de Lionela, mientras que María Sofía y Valentina figuran como suplentes, según su estatuto. Manuel Sosa, en tanto, era un empleado del lugar que quedó filmado haciendo extracciones en cajeros automáticos del dinero obtenido en las operaciones ilícitas. 

Lionela Villa además cargaba con un denuncia del Colegio de Médicos porque había usado un título apócrifo de la Universidad de Buenos Aires para el ejercicio de la medicina en la estética. Se cree que por ese motivo las hermanas habrían mudado el local a un inmueble de Alvear al 1000, donde continuaban con la actividad “a escondidas”.

Después de escuchar la acusación, la jueza Carrara le dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de ley a Lionela María Jesús Villa, Valentina Clarisa Villa y María Sofía Villa. En tanto, a Manuel Fabián Sosa y María Belén Villa les dio 30 días de prisión preventiva efectiva.