Cristian Andrés Abrigo, un policía santafesino que trabajaba en la capital provincial, permanece desaparecido desde el 28 de febrero, y la causa penal que investiga el caso adquiere ribetes cada vez más oscuros.
En un marco de hermetismo, los fiscales de Homicidios y Delitos Complejos Andrés Marchi y María Laura Urquiza ordenaron la detención de dos hombres: un policía y un civil. Ambos permanecen incomunicados, mientras sus presuntos roles en la desaparición de Abrigo se mantienen en reserva.
Paralelamente, se ordenaron rastrillajes en la localidad de Progreso, en el departamento Las Colonias, siguiendo una pista que sugiere que Abrigo habría sido llevado a un campo en esa zona, donde habría estado junto a los dos detenidos.
El caso está rodeado de rumores. Uno de ellos señala que el subcomisario Abrigo se dedicaba a los préstamos informales y a la venta de autos usados, y que manejaba importantes sumas de dinero en efectivo.
Según publicó El Esperancino, el viernes la Policía de Investigaciones (PDI) detuvo al constructor Luciano Steger y al oficial de Los Pumas Fernando Gabriel Carrizo. Este último, quien también es carnicero y estaba de licencia por razones de salud, tendría a su cargo un campo en Progreso, donde se realizaron los rastrillajes. En los operativos participaron perros rastreadores, lo que sugiere la posibilidad de un desenlace fatal.

Además, trascendió que una masajista, quien habría sido una de las últimas personas en ver a Abrigo en Santa Fe, se presentó a declarar en una comisaría. Dada la gravedad de su testimonio, fue derivada a la División Judiciales. Su declaración involucraría a más policías en la causa.
Hasta su desaparición, Abrigo trabajaba en la sección de monitoreo de la Agrupación de Unidades de Orden Público y vivía con su pareja y los hijos de ella en una casa ubicada sobre Rivadavia, casi Lamothe, en el barrio La Esmeralda de Santa Fe.
El viernes 28 de febrero, a las 12.15, salió de su hogar y no volvieron a verlo, según informó la prensa local.
El sábado 1º de marzo por la noche, la pareja de Abrigo llamó a su padre, Julio, para informarle lo sucedido. "Testigos dijeron que subió a un auto en la esquina de su casa. Nosotros con Cristian estábamos distanciados porque no teníamos los mismos pensamientos. Yo con su pareja no tenía relación", declaró Julio en diálogo con medios santafesinos.