En una entrevista con el diario La Nación, Chechu Bonelli habló –entre otros temas– de su relación con el futbolista Darío Cvitanich y la decisión de radicarse en Europa cuando el futbolista fue convocado para jugar en el Viejo Continente.

En la charla, la modelo y conductora reveló una situación familiar previa a la partida protagonizada por su padre cuando la relación con el delantero aún estaba en su etapa inicial.

"Le cayó tan bien que cuando surgió la posibilidad de que Darío se fuera a Europa, me dijo: «Vos dejás tus cosas, armás el bolso y te vas con él»”, contó Bonelli sobre el consejo de su padre.

“Fue una buena decisión. Vivía tanto para mi laburo que creo que si no me iba con él y apostaba por el amor, hoy sería una terrible solterona, dedicada cien por ciento a su trabajo", continuó.

Una vez viralizados, los dichos de Bonelli fueron criticados. 

En parte, por la figura de la “solterona” tan ligada a la idea de la completud que supondría una pareja. Y también a eso de que el trabajo y el desarrollo profesional  están reñidos con la pareja y la familia.

En ambos casos, se trata de dos prejuicios culturales ligados al amor romántico, una de las formas de sujeción patriarcales.

Tales preconceptos han sido naturalizados a través de expresiones culturales: cine, canciones, series, ficciones, lecturas, etc.

Pero, tal como lo sostiene la antropóloga española Coral Herrera, conviene recordar que “lo romántico (también) es político”.