La séptima temporada de Captura de Pantalla (el tres) trajo un milagro: archivos recuperados del café Sorocabana por dentro. Instantes robados al tiempo para revivir los boletos del cajero, los guardapolvos y birretes —símbolo de la profesión—de los empleados, los clientes en la barra, la pava gigante.

Los oyentes de Domingo Para Armar (Radio 2) sumaron sus voces emotivas, testigos de ese rito. Se trata de un hallazgo fílmico en sociedad con los Archivos de la Cinemateca de la Municipalidad de Rosario.

Es tal vez el cartel del Sorocabana el gran sobreviviente de la vieja calle Córdoba. Comparte ese privilegio con la Sedería de San Martín y Córdoba, y con el cartel de la antigua Librería Ross.

En estas historias, siempre hay algunos que les cuentan a otros de qué se trataba el Sorocabana, como un secreto que pasa de boca en boca. El tiempo, como crupier en un casino, los llevó a destinos desconocidos. En la peatonal Córdoba al 1000, la memoria rosarina lucha por recordar: palos de bowling, sastrerías, café concert, lencerías, casas de deportes, cines, salas de juegos al estilo Patán.

Espacios de ocio que hoy solo viven en el recuerdo, reemplazados por aplicativos y juegos en celulares. Ahí sigue el cartel, con sus letras clásicas y elegantes, testigo de un viejo centro bancario que mutó en un nuevo mundo de accesorios de celulares, ventas online, arbolitos y otros tiempos.

Fuente: Captura de Pantalla

El Sorocabana era un café brasileño, de Soroca, cerca de São Paulo. Desde 1930 invadió plazas de Uruguay y Argentina con un estilo “a la brasileña”: café al paso, al pie de la barra, en tazas de cerámica que, dicen, eran perfectas para una pausa breve.

Ex empleados del Banco Nación, del Banco Provincial de Santa Fe, ex empleadas de La Favorita o de la Perfumería Suárez lo recuerdan sin fallar: la taza, la charla, el aroma inconfundible en una jornada céntrica. Cerró en los 90, me cuentan, como tantos negocios que hoy son culto en la memoria, aunque para algunos solo fue indiferencia ante una ciudad que buscaba modernizarse.

El café al paso sigue siendo una marca rosarina. ¿Será el “take away” actual un pariente lejano de esas rosarinas y rosarinos que, con otras ropas, paraban de golpe en el Sorocabana o en cafés de galería como el Panambí, el Copacabana, frente a Radio Nacional, el Mogambo, el Charly, en la Galería Rosario, o el Río Sol, en la Galería Córdoba. Algunos aún resisten, aromando la ciudad con café tostado y carlitos “muy atmósfera rosarina”.

Captura de Pantalla


Captura de Pantalla comenzó su séptima temporada en la pantalla de el tres. El ciclo es una idea de Fabio Rodríguez y cuenta con la producción de Florencia Celman.