Investigadores del Real Instituto Tecnológico de Melbourne (RMIT) en Australia desarrollaron una nueva técnica de imágenes satelitales que puede detectar plásticos en las playas midiendo las diferencias en la luz reflejada de los escombros en comparación con la arena, el agua o la vegetación circundante.

Esta técnica fue probada con éxito en el campo mediante satélites que observaban un tramo remoto de la costa de Australia. Al buscar características espectrales únicas en los plásticos, los satélites pudieron identificarlos con precisión en la playa desde más de 600 kilómetros de altura. A su vez, esta tecnología satelital no solo mejora la detección de desechos plásticos, sino que también puede ayudar en las operaciones de limpieza para apoyar entornos vulnerables, como las playas, dijeron los investigadores, según un comunicado de la universidad, publicó el sitio especializado Space.com.

"Si bien los impactos de estos plásticos oceánicos sobre el medio ambiente, la pesca y el turismo están bien documentados, los métodos para medir la escala exacta del problema o enfocar las operaciones de limpieza, a veces más necesarias en ubicaciones remotas, se han visto frenados por limitaciones tecnológicas", dijo Jenna Guffogg, autora principal del estudio, en la declaración.

Esta nueva investigación se basa en la tecnología satelital existente que se utiliza para detectar plásticos que flotan en el océano. El equipo desarrolló un nuevo índice espectral, llamado Índice de Residuos Plásticos Varados (BPDI), para identificar patrones en la luz reflejada que recogen los satélites cuando pasan sobre un área y detectar específicamente plásticos que pueden mezclarse fácilmente con la arena.

El equipo colocó 14 piezas de distintos tipos de plástico en una playa en el sur de Gippsland, Victoria, para probar el BPDI utilizando WorldView-3, un satélite de observación de la Tierra operado por Maxar Technologies. Los datos recopilados por el satélite mostraron que el nuevo índice era más exitoso a la hora de diferenciar los plásticos en la playa en comparación con otras tres tecnologías satelitales existentes, que tendían a clasificar erróneamente una sombra o el agua como plástico, según el comunicado.

"Esto es increíblemente emocionante, ya que hasta ahora no hemos tenido una herramienta para detectar plásticos en entornos costeros desde el espacio", dijo Mariela Soto-Berelov, coautora del estudio, en el comunicado. "La detección es un paso clave necesario para comprender dónde se acumulan los desechos plásticos y planificar las operaciones de limpieza, lo que se alinea con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible, como la Protección de los Mares y los Océanos".

El equipo pretende utilizar el BPDI para escanear las costas de forma más amplia y comprobar su capacidad para detectar residuos plásticos en entornos reales. Esta técnica avanzada de imágenes por satélite adquiere cada vez mayor importancia, ya que más de 10 millones de toneladas de basura plástica entran en los océanos de la Tierra cada año y se estima que aumentará a 60 millones de toneladas en 2030. Este plástico puede poner en peligro la vida silvestre cuando se confunde con comida, enreda o atrapa a los animales o se degrada aún más en micro o nanoplásticos, afirmaron los investigadores.