Un terremoto de magnitud 4.4, uno de los más fuertes registrados hasta ahora, sacudió este jueves por la madrugada la periferia de la ciudad italiana de Nápoles (sur) provocando el pánico entre la población y sin importantes daños.

El epicentro del sismo se produjo entre las localidades Bagnoli y Pozzuoli alrededor de la 1 de la madrugada (hora local) a una profundidad de 2 kilómetros. En Nápoles y localidades cercanas muchas personas abandonaron sus casas como medida de precaución y salieron a las calles.

Según informó EFE, el único daño importante reportado fue en Pozzuoli, donde los bomberos intervinieron después de que se derrumbara el techo de una casa y rescataron a una persona, que resultó levemente herida.

En Bagnoli, algunos cascotes de varias casas cayeron a la calle sobre los vehículos estacionados, pero sin causar heridos, y algunas personas quedaron atrapadas en una casa después de que las puertas de entrada no se abrieran debido al terremoto.

Al menos en el día de hoy estarán cerrados los colegios en la zona para evaluar posibles daños estructurales. Además, el alcalde de Nápoles, Gaetano Manfredi, firmó una ordenanza para cerrar las escuelas del décimo municipio de Bagnoli-Fuorigrotta.

"Son horas de mucha actividad. Estamos controlando todo el territorio, pero por ahora no se observan problemas graves en Pozzuoli. El temblor fue muy fuerte. Inmediatamente, pusimos en marcha todas las actividades y acondicionamos las áreas de espera y también el centro de Monterusciello, donde pueden alojarse si no quieren quedarse en casa", declaró el alcalde de Pozzuoli, Luigi Manzoni al canal de información 24 horas de la televisión pública Rai, Rainews.

El pasado 20 de mayo de 2024 también se produjo un sismo de magnitud 4.4, el más fuerte en los últimos 40 años.