Un nuevo hallazgo se conoció sobre el lujoso spa hallado en enero pasado en las ruinas de Pompeya, la ciudad romana que quedó congelada en el tiempo tras la erupción del volcán Vesubio en el año 79 d.C.

El complejo de baños, que data de hace 2.000 años, contiene un gran fresco de tamaño natural que representa a Dioniso, el dios del vino, y a su séquito de bailarinas, cazadoras y sátiros.

Se trata de una megalografía encontrada en el friso de un salón para banquetes, que fue excavado en estas semanas en el yacimiento italiano.

El mural muestra a Dioniso -Baco, en la mitología romana- seguido por sus bacantes y ménades, las mujeres y musas que se zambullían en su culto en sus festines y rituales, representadas como bailarinas y cazadoras feroces.

Los arqueólogos llamaron a esa estancia como “la casa del Tíaso”, es decir, la comitiva que se entregaba a los efectos del dios del vino en orgías y bacanales nocturnas.

Entre las imágenes en los murales hay una cabra degollada, jóvenes sátiros con orejas puntiagudas que tocan la flauta, y otro que cumple el sacrificio del vino en honor de la deidad.

El friso encontrado data del siglo I antes de la era común, entre los años 40 o 30, aunque quedaron sepultados por la violenta erupción del Vesubio, como el resto de esta próspera ciudad romana a orillas del Golfo de Nápoles (sur).

Pompeya cuenta con infinidad de frescos en las casas que se han ido excavando de entre la ceniza y la tierra pero este es un caso raro de mural gigante, la segunda junto con otro fresco encontrado en la conocida como ‘Casa de los Misterios’.

El ministro de Cultura italiano, Alessandro Giuli, celebró el hallazgo histórico como “excepcional porque revela un aspecto de la vida de la época clásica mediterránea en gran parte desconocida”.

El mural se revela en tres paredes, donde un friso superior representa animales vivos y sacrificados, entre ellos un ciervo, un jabalí recién eviscerado, gallos y peces. Según los investigadores, esta yuxtaposición subraya la naturaleza dual del culto dionisíaco, que combina el jolgorio con el sacrificio primitivo.

La ciudad romana de Pompeya, en el sur de Italia, quedó destruida cuando el Vesubio explotó en el año 79 d.C. Murieron miles en la ciudad y sus alrededores que no sabían que vivían junto a uno de los mayores volcanes de Europa.