Para explicar el nuevo título conseguido por Rosario Central en la Copa de la Liga 2023 hay que remontarse a diciembre de 2022. Un año atrás, el club de Arroyito estaba por celebrar sus elecciones –fueron el 18 de dicho mes–, ya sin técnico por la renuncia de Carlos Tevez debido a razones “políticas” y bajo un panorama, como mínimo, de incertidumbre a corto plazo. La piedra fundacional de la estrella fue el triunfo de Gonzalo Belloso en las urnas y el inmediato anuncio de Miguel Russo como entrenador para iniciar su quinto ciclo en el Canalla. 

Dentro de lo impredecible que puede ser el fútbol y con el factor emocional siempre latente, mucho más en Argentina y quizás muchísimo más en una ciudad como Rosario, empezar a ordenar la casa se transformó en el punto de partida para el viaje que terminó con el festejo canalla en Santiago del Estero, tras vencer en la final a Platense.

¿Qué pasó en 365 días? Algunas claves y razones del Central campeón. 

Miguel Ángel Russo

Insoslayable. La primera decisión y el gran acierto de la dirigencia fue sellar el regreso al club de un técnico que conoce los pasillos auriazules como pocos. Ya había dirigido cuatro veces, siempre obtuvo los resultados buscados y salvó a Central de momentos muy turbulentos, como cuando lo ascendió a Primera (2013) luego de tres temporadas en la B Nacional.

“De Miguel no vamos a descubrir nada; él es el capitán de este barco. Desde el día uno se puso al mando y llevó adelante al equipo con su tranquilidad y su conocimiento”, definió el capitán Jorge Broun sobre el DT antes de la final con Platense. 

La sonrisa de Miguel, un símbolo del técnico que se subió al Olimpo de los máximos ídolos canallas. (Alan Monzón/Rosario3)

El arquero sintetizó todo lo bueno que hizo Russo en tan poco tiempo. Ordenó la estructura del fútbol profesional auriazul, exprimió al máximo los conocimientos de más de 30 años de carrera como técnico, potenció a los juveniles del plantel, absorbió todas las presiones externas y tuvo un ojo clínico para moverse en el mercado de pases. 

Los refuerzos y no desarmar el plantel

Un ejemplo de la celeridad y determinación con la que se movió Central en el primer libro de pases de Russo son las contrataciones de Carlos Quintana y Facundo Mallo, los dos férreos marcadores centrales que conformaron una dupla sólida y enseguida se afianzaron como titulares. También se concretó la continuidad del arquero Broun, que tenía las valijas armadas para irse a Palestino de Chile porque Tevez no lo iba a considerar.

El DT lo empezó a armar de atrás hacia adelante, pero también sumó calidad en la ofensiva con el arribo de Jaminton Campaz, un jóven colombiano que Miguel conocía del fútbol cafetero y al que venía siguiendo en Gremio de Brasil. Con los zagueros y el delantero, son tres futbolistas que resultaron determinantes en el equipo canalla y que le dieron un salto de calidad. 

También llegaron otros: Lucas Rodríguez (solo estuvo seis meses), Agustín Toledo y Octavio Bianchi. Y habían emigrado grandes valores de inferiores como Facundo Buonanotte y Mateo Tanlongo, previo a las elecciones de diciembre de 2022. 

Russo y Campaz en la semifinal contra River en Córdoba. (FotoBaires)

A mitad de año Central no se desarmó. Es cierto que perdió a quien venía siendo su gran figura del semestre, el goleador Alejo Véliz que fue vendido en una cifra millonaria al Tottenham de Inglaterra, pero fue la única baja importante del receso de invierno. También fue el único lugar al que el DT no le encontró la vuelta: Octavio Bianchi y Tobías Cervera no se afianzaron, por eso terminó jugando Luca Martínez Dupuy.

Se quedó Ignacio Malcorra, otro de los baluartes de la temporada canalla y autor de uno de los goles más importantes en el clásico ante Newell's. Y en esa ingeniería pensada por Russo con refuerzos experimentados empezaron a lucir los pibes, como Tomás O'Connor –fundamental en la final– y Lautaro Giaccone –hasta su lesión–.

Esa decisión y los nombres que llegaron, como Maximiliano Lovera y Agustín Sández, entre otros, le permitieron encarar el segundo semestre con aspiraciones de clasificar a copas internacionales y ver qué pasaba en la Copa de la Liga. 

Otra vez: Lovera hizo el gol del título en Santiago del Estero, Sández fue titular en los partidos decisivos y Broun, el héroe silencioso que irrumpió en los mano a mano con todo su peso, puso la vida y sus manos al servicio del equipo en los penales contra River y Racing, y en la final ante Platense. Todo le salió bien a Russo. 

El Gigante de Arroyito

Una historia conocida que vale la pena recordar. Central hizo de la localía una gran virtud: en su casa no pierde desde agosto del año pasado y mantiene un invicto de 28 partidos –15 victorias y 14 empates–.

Seis partidos del registro corresponden al ciclo Tevez durante 2022. Solo los números de Russo reflejan que jugó 22 encuentros en Arroyito con 14 victorias y 8 empates. Obtuvo el 75 por ciento de los puntos en disputa. 

Central, imbatible en Arroyito. (Alan Monzón/Rosario3)

Sin esa arrolladora campaña en Rosario, al Canalla le hubiera costado muchísimo clasificar a la Libertadores en la tabla acumulada y acceder a los playoff de la Copa de la Liga, ya que jugar de visitante fue su gran karma de la temporada y apenas ganó dos veces en esa condición, contra Huracán en la pasada Liga y ante Arsenal en la última fecha de la fase regular de la Copa. 

Dirigencia

El presidente Belloso se convirtió en un actor principal del título canalla. Fue quien ganó las elecciones con casi el 80 por ciento de los votos. Junto a su comisión directiva eligió a Russo como DT, pero también se encargó de remarcar la herencia recibida de la gestión anterior. 

“Si esta banda de ladrones no dejó muerto a Central, este club va a sobrevivir. Con administración profesional, con amor, con todo lo que vamos a poner”, declaró sin tapujos en el verano de este año, a pocas semanas de tomar las riendas del club. En octubre pasado, volvió a la carga: "Dejaron una deuda para que Central quiebre y explote".

El panorama era complejo. Central comenzaba la temporada a cinco puntos del descenso con un primer objetivo que contemplaba, justamente, sumar para no tener problemas con la permanencia.

El ex delantero auriazul había tejido lazos y relaciones en el plano dirigencial del fútbol sudamericano a partir de su labor como Secretario General Adjunto de Fútbol y Director de Desarrollo de la Conmebol, a partir de 2019, cargo del que dio un paso al costado para comenzar a trabajar como Asesor Estratégico para Sudamérica en la FIFA, en febrero de 2022.

Apenas comenzó su gestión en Arroyito, tuvo que acomodar la parte financiera y levantar varias inhibiciones de FIFA para poder incorporar futbolistas, misión en la que contó, según dijo el propio Belloso, con una gran ayuda del presidente de la AFA, Claudio Tapia, y el ex ministro de Economía Sergio Massa.

“Estábamos prácticamente fundidos. Todos los asesores nos decían que vayamos a una convocatoria. Fue Chiqui Tapia con su poder político y Pablo Toviggino, un amigo mío, que nos hizo la estructura de un desendeudamiento que si no hubiera sido por ellos y por el ministro Massa, que nos ayudó a pagar seis inhibiciones, no hubiera sido posible”, expresó el Pejerrey desde Santiago del Estero. 

El clásico

Tal vez el partido más determinante para el año canalla, por lo que representó en ese momento y lo que sucedió después.

El clásico rosarino de la fecha 7 en el Gigante de Arroyito fue el trampolín de Central hacia la clasificación a la Copa Libertadores 2024 y a los cuartos de final de la Copa de la Liga. Antes de esa victoria agónica sobre la Lepra, el equipo de Russo estaba 13º (penúltimo) en la zona A, con una sola victoria y dos empates en seis partidos. Tras aquel zurdazo inolvidable de Ignacio Malcorra para ganar 1-0 el derby, el Canalla levantó vuelo.

Del 13º puesto en la tabla escaló hasta el 4º después de ganarle a Arsenal en Sarandí en la última jornada de la fase regular, un triunfo que, ayudado por la derrota de Independiente ante Talleres de Córdoba, lo depositó en los cuartos de final.

Una estadística de la plataforma Stats Perform refleja que Central fue el equipo del campeonato que más puntos obtuvo a partir de la denominada fecha de los clásicos, en la que la mayoría de los clubes disputó el suyo y otros, sin rivales históricos en Primera, fueron emparejados a criterio de la AFA.

El Canalla de Russo cosechó el 75 por ciento de las unidades, con el derby rosarino incluido: ganó cinco, empató tres y no volvió a perder, un registro que dimensiona la importancia que adquirió ese partido para el plantel, tanto anímica como futbolísticamente.

(Alan Monzón/Rosario3)