Lando Norris consiguió la victoria en el GP de Australia que abrió la 76ª temporada de Fórmula 1. El inglés de McLaren ya había mostrado dotes para pelear por victorias, pero le faltaba dar el golpe. 

En 2024 había tenido la chance de poner en aprietos a Max Verstappen cuando el equipo de Woking logró tener un auto competitivo, pero en situaciones críticas falló. Esta vez fue diferente. “Aprendí de mis errores del año pasado y ahora estoy listo para ganar el Mundial”, dijo en el inicio de este año y empezó a pagar.

La carrera australiana fue alocada, frenética y dramática. La lluvia que cayó desde temprano complicó la pista de entrada. Tanto, que la largada se tuvo que abortar por el golpe de Isack Hadjar en la vuelta de formación.

Finalmente, se pudo comenzar la competencia y Verstappen superó a Piastri. Pero el ritmo del Red Bull no podía aguantar al de McLaren y quedó demostrado cuando el australiano recuperó el segundo lugar tras un leve despiste del tetracampeón, quien ya no podía luchar. 

Pero los incidentes seguían, el auto de seguridad volvía a la pista y la tensión de Norris continuaba. Cuando Piastri se acercó a Lando y viajaba con más ritmo, llegó el mensaje de mantener las posiciones.

En la primera fecha dejaron claro que van a hacer llamados cada vez que lo crean necesario. Parecía que todo estaba finiquitado, pero sobre el final el cielo se volvió a poner negro y llegó la lluvia.

Y llegó el mayor error de Norris: perdió la huella y se despistó, pero lo controló a pura muñeca. Detrás, su compañero Piastri terminó patinando en el pasto y Verstappen volvió a ser una amenaza. Los golpes de Liam Lawson y Gabriel Bortoleto hizo entrar otra vez el auto de seguridad y los boxes fueron una romería.

Si alguna muestra más de temple debía dar Norris, llegó en los dos giros finales, cuando Verstappen se le fue encima. Esta vez soportó todo para festejar el triunfo, su quinto en F1 y que le permite liderar el Mundial por primera vez en su historial personal.

“Fue una carrera dura con Max atrás. Estaba empujando, especialmente en las dos últimas vueltas. Es una manera excepcional de empezar el año. Fue impredecible todo con la lluvia, tuve un despiste. El año pasado nos equivocamos mucho y aprendimos mucho. Perdimos demasiado en Canadá y Silverstone. Hoy cometí varios errores, pero ninguno que me haya costado mucho, en una carrera muy desafiante, el equipo me dio un gran auto para empezar el año. Max estaba rápido. Me voy como líder, pero es apenas la primera carrera”, analizó Lando.