Moverse en el mercado de trabajo es algo a lo que toda mujer profesional se acaba enfrentando tarde o temprano. Y aunque el objetivo es mostrar una imagen sobria, competente y trabajadora, eso no impide que también se muestre que se puede ser creativa, femenina y con mucha personalidad.

Si bien el outfit no será el factor determinante para obtener o no un trabajo, tampoco se puede negar que la primera impresión es clave en un encuentro donde se juega casi todo.

La imagen que queremos dejar puede variar según cada persona y su profesión, pero todos acordamos en que esa marca debe ser lo más positiva posible. La cuestión es, entonces, cómo hacerlo correctamente.

Algunos tips a tener en cuenta:

- Si bien es clave que te sientas cómoda con la vestimenta elegida y la personalidad que trasmite, no todos los colores impactan del mismo modo. Lo más certero a la hora de elegir los tonos es ir por colores neutros. Negro, blanco, gris, beige, azul y nude pueden ser tus mejores aliados, tanto para combinar entre sí como para generar un look monocromo.

- El look sporty es tendencia en todo el mundo, lo que nos deja mucho aire para combinar sin caer en la desprolijidad. Podés combinar un par de zapatillas con un outfit más estructurado para el resto del cuerpo.

- Se pueden usar palazzos tobilleros como una opción casual. Son una opción perfecta para combinar tanto en invierno como en verano con el calzado adecuado para cada estación.

- El pantalón sastre es un “fashion item” a tener en cuenta. Ideal para lograr un look formal con blazer y camisa, o un estilo más informal, combinándolo con una remera básica. Es un outfit que se lleva todos los votos.

- Podés sumar complementos que ayuden a revelar tu personalidad. Poné un límite por las dudas y no te excedas con accesorios demasiado jugados.