Habitar la ciudad nos obliga a ser creativos e imaginar distintas maneras de rodearnos de plantas que alegren y oxigenen nuestros días. Dos buenas opciones son los jardines verticales, cada vez más populares, y los techos verdes, una tendencia mundial también en crecimiento.

Desde oficinas a ferias pasando por negocios, restaurantes y también hogares. Y es que llevamos tiempo viendo como avanza el gusto por los elementos naturales en todos los ámbitos volviendo así a descubrir, todo lo relacionado con lo eco, lo biológico y lo natural.

Paredes que reverdecen para traer un poco de frescor a cualquier rincón. Estos ambientes aportan un estado de calma y bienestar en el cual poder relajarse y sentirse en paz.

Jardines verticales

Es un sistema para cultivar plantas sin uso de suelo. Permite crear revestimientos vivos o vegetales para las paredes o estructuras verticales de los edificios. Están inspirados en espacios de la naturaleza como las cataratas, cuevas, troncos de árboles, etc. Normalmente, requieren un soporte que se fija a la pared, alguna cobertura para impermeabilizar el edificio y protegerlo de filtraciones, un medio de cultivo que alojará a las plantas, un sistema de riego y desagüe controlados y, por supuesto, las plantas, que son el corazón de todo jardín

Techos verdes

Son también conocidos como techos vivos, ecológicos o cubiertas ajardinadas. Brindan cobertura verde natural a las terrazas o techos, permitiendo su aprovechamiento para fines decorativos, de recreación u otros. Requieren de una membrana impermeable, que protege a la edificación de filtraciones, un sistema de drenaje (que permite la evacuación de los excedentes de agua de riego o lluvia) y una capa para cultivo para las plantas.

¡Los ambientes se reverdecen!