Se utilizan extensiones por muchos motivos, seguramente más de lo que creés. Porque no sólo sirven para añadir largura a las melenas más cortas, sino para aportar volumen en un momento concreto, para cambiar de color con mechas de colores, para dar vida a un pelo del que de vez en cuando te aburrís.

Por eso hoy vamos a hablar de las extensiones “halo”, unas que no habíamos visto hasta hace poco tiempo y se están haciendo famosas precisamente por lo fáciles que son de utilizar. Es una tira de pelo con un hilo de nylon que te rodea la cabeza.

Tenés que cortarla dejando la circunferencia del mismo tamaño que el perímetro de tu cabeza. Una vez lo hayás hecho, tenés que cortar el largo adaptándolo a lo que querés, al ser sólo una tira, no está recomendado en pelos excesivamente cortos, sino melenas medianas o largas que quieran unos cinco o diez centímetros a lo sumo.

Después de esto tenés que dividir tu propio pelo en dos mitades separadas por un semicírculo y sujetarlo con una pinza. Acto seguido colocás el nylon en esa división e integrás la tira de pelo con el resto de tu pelo. Es recomendable que peinés tanto tu pelo como las extensiones antes de ponértelas y luego las peinés de manera conjunta.

Así de sencillo todo, sin clips ni otros métodos engorrosos.