Muchas personas cuando llega el verano, con el calor que este le sigue, tienden a dejar de lado el chocolate. Esto es un gran error, ya que estaríamos perdiendo los numerosos beneficios del chocolate, además de su delicioso sabor. Por otro lado, los que no pueden eliminar el chocolate de sus vidas durante el verano, tienden a comerlo sólo en helados o postres fríos. Pero, ¿y las tartas, los crepes y las tazas de chocolate caliente? Sí, leiste bien, chocolate caliente y verano en una sola frase. Y, es que, comer chocolate caliente en verano es mucho más beneficioso de lo que te crees

El chocolate caliente es una tradición culinaria que hemos heredado, a pesar del verano. Quizá el clima de nuestro país no amerita una taza humeante de esta bebida, sin embargo, ¿a quién no le viene bien este clásico?

El chocolate clásico se prepara a gusto, más o menos denso, con o sin leche y especias, frutas y siropes. Hay quien prefiere el chocolate oscuro, con leche o blanco. Sin olvidarnos del cuarto chocolate; el chocolate rosa o rubí.

El chocolate no solo acompaña la merienda. Bien preparado, es un postre que no requiere acompañante. Las originales recetas llaman la atención tanto por su aspecto como por su sabor. La manera más sencilla de añadir aromas es con los siropes y las especias.