Los alacranes son bichos que se pueden ver durante todo el año, pero se registra un aumento de su población en el período primavera-verano. Es por eso que la Dirección de Promoción y Prevención de la Salud provincial desarrolló un encuentro para capacitar a los equipos de médicos sobre el abordaje integral para casos de alacranismo.

Durante el encuentro se estudió la biología de escorpiones y alacranes en general, la epidemiología y el diagnóstico clínico, para saber en qué momento es necesario realizar una internación o la colocación de sueros, “ya que este es un insumo crítico que se fabrica solo en el Instituto Malbrán y en estos momentos todo el país está solicitando stock de sueros”, explicó Analía Chumpitaz, directora de Promoción y Prevención de la Salud.

Entre octubre y marzo, en la provincia hay varias especies de escorpiones. “Fundamentalmente las picaduras son producto de una especie denominada Tityus trivittatus”, detalló Chumpitaz.

La capacitación fue en modalidad híbrida, por lo que no solo se pudo llegar al personal que participó presencialmente en el auditorio del Cemafe, en la ciudad de Santa Fe, sino que se extendió a profesionales inscriptos desde otros puntos de la provincia.

Desde el año 2020 hasta ahora se contabilizaron más de 2000 casos de alacranismo. Durante el año pasado fueron 613 casos, y este año llevan un poco más de 300, en lo que va del año.

Medidas de prevención

La presencia de escorpiones aumentó “por el cambio climático, entre otros factores, en las zonas urbanas y periurbanas”, aseveró la funcionaria, quien luego destacó que “por lo tanto, es importante tener selladas las grietas y fisuras en las paredes, y colocar telas metálicas en los lugares por los cuales puedan ingresar los alacranes”.

Es necesario colocar burletes o mosquitero en rejillas, puertas y ventanas. Sellar las cámaras de las cloacas, colocar tapones en bidets y piletas, tanto del baño como de la cocina, y tener los patios libres de escombros.

La directora Chumpitaz sostuvo además que “hay que enseñarles a los niños que, cada vez que se vayan a vestir, muevan la ropa sobre todo la que dejaron en una silla o en el suelo y revisar el calzado, es decir, darlos vuelta antes de colocarlos”. Otra sugerencia es “mantener alejadas las camas o cunas al menos cinco centímetros de las paredes”.

Los signos de una picadura y tratamiento

La especialista recordó que ante una picadura debemos estar atentos, sobre todo en los niños pequeños, ya que puede complicarse más “por el tamaño y la masa corporal” y detalló: “Fundamentalmente es el dolor agudo que genera, sobre todo en los niños más pequeños, nos damos cuenta, porque gritan y luego persiste el llanto”.

En este contexto, recomendó “estar atentos a signos y síntomas respiratorios, cardiovasculares, hipotensión, a los vómitos, fundamentalmente dolor abdominal y consultar rápidamente en una guardia”.

En los casos moderados o graves, la persona es tratada con un suero antiescorpiónico. En este sentido, el responsable del Programa de Zoonosis y Vectores, Fernando Carmona, detalló que este suero “se fabrica en el Instituto Nacional de Productos Biológicos, dependiente del Malbrán y es de los pocos lugares a nivel continental. La producción se realiza a través del veneno de alacranes que se envía desde todas las provincias, incluida Santa Fe, se inoculan animales y de allí se extrae el suero que luego se purifica para producir el tratamiento específico”.

Ante la consulta sobre si hay que buscar al alacrán, Chumpitaz explicó que “preferimos que no se atrape porque puede ocurrir que, al querer cazarlo, otra persona sea picada. Con el equipo de Zoonosis y Vectores realizamos cacerías controladas y seguras”.

Cómo reconocer un alacrán



La especie que se encuentra en la región se denomina "Tityus Trivittatus", y es la más peligrosa. Presenta una cola con aguijón y púa, pinzas alargadas y el dorso con tres rayas longitudinales oscuras.

La longitud de un ejemplar adulto de alacrán es de 60 a 65 milímetros, generalmente de color amarillento o amarillo amarronado. Los ejemplares más jóvenes son de coloración más rojiza, tienen cuatro pares de patas y un par de pinzas. Al tener hábitos nocturnos, como la claridad lo afecta, permanece oculto durante todo el día.