Escuchar tu nombre tiene un impacto directo en el cerebro, activando patrones específicos, algo que no ocurre cuando se escucha cualquier otra palabra.

A esta conclusión llegaron investigadores del Instituto para el Estudio del Desarrollo Infantil, que partieron de la base de que la corteza prefrontal medial es responsable de muchos de los procesos importantes que hacen que seamos como somos. Esto incluye emociones, toma de perspectiva y desarrollo de teorías mentales, según consignó Muy Interesante.

Cabe destacar que muchos de estos procesos se ejecutan en segundo plano o se encuentran en estado de "reposo". No son procesos que controlemos activamente, pero el cerebro reacciona a ellos en patrones predecibles que ayudan a formar su identidad y personalidad.

Es por que que los expertos probaron la activación cerebral en esta región para ver si los cerebros de un grupo de voluntarios respondían de forma distinta cuando escuchasen sus propios nombres en relación con otros nombres, incluso en una habitación ruidosa y llena de gente.

Los voluntarios escucharon cuatro nombres diferentes, incluido el suyo, en patrones aleatorios, la misma cantidad de veces. Se les pidió que minimizaran sus reacciones físicas al sonido de su propio nombre. Con un escáner se les estudió la reacción en el cerebro al escuchar su propio nombre frente a los demás.

Fue entonces que descubrieron que hay una activación cerebral única cuando una persona escucha su propio nombre. Concretamente, el cerebro reaccionó como si estuviera participando en los comportamientos y patrones de pensamiento que sirven como algunos de sus principales marcadores de identidad y personalidad.

La reacción es tan poderosa que incluso la han observado en pacientes en estado vegetativo persistente, que no pueden moverse, hablar, identificar a otros y, en algunos casos, incluso ni abrir los ojos. No obstante, estos pacientes demuestran activación cerebral al escuchar sus nombres, en una clara evidencia de autoreconomicimiento.