El canto y la música están presentes desde siempre en nuestra vida, si pensamos en los primeros   intercambios que realizamos con nuestros hijos, inevitablemente aparecen en nuestra memoria canciones y sonidos que elegimos para interactuar con ellos, buscando la mirada y la sonrisa que nos confirman que estamos comunicados 

El sonido y la músic. constituye un vehículo de comunicación , de  conexión y expresión ,pero sobre todo de disfrute, de alegría, de acompañamiento que puede ser de gran influenci. en el desarrollo  del niño  y su mundo de relaciones. Rosario3 entrevistó a Clara Galliano, Licenciada en Musicoterapia por la UBA, quien es también profesora de Música por el Conservatorio Nacional y docente, hasta el año 2017, de la carrera de Musicoterapia en la Facultad de Psicología de esa Universidad.

- ¿De qué manera influye la música en el crecimiento de nuestros hijos?

- El desarrollo emocional o afectivo es un proceso por el cual el niño construye su identidad, su autoestima, su seguridad y la confianza en sí mismo y en el mundo que lo rodea, a través de las interacciones que establece con personas significativas. El vínculo entre padre hijos es un lazo muy importante por el que trabajar. La música puede ser una herramienta para estrechar esos lazos porqu.  puede servir de nexo de unión entre padres e hijos

- ¿Por qué se produce esto?

- Porque durante el desarrollo de la actividad musical se recurre a otras prácticas como:

-El canto en forma conjunta. algo que genera un momento divertido entre ambos que se mantiene en la memoria a largo plazo

-El juego: generador de alianzas, un momento que produce unión a través de la diversión

-Las preferencias: a medida que los niños van creciendo van desarrollando sus gustos que comparte con sus padres, intentando influenciarlos.

-Hablar: Es el momento y el espacio ideales para interesarse sobre cómo le ha ido en su día; que nuevos conocimientos adquirieron; qué experiencias pueden destacar como llamativas.

- ¿Esto cambia con la llegada de la adolescencia?

- Al llegar la adolescencia está unión puede verse afectada por la fuerte aparición de un sentimiento de rebeldía, propio de esas edades. Sin embargo, vale aquí la experiencia compartida de niños, la confianza creada por la interacción en aquellas prácticas de las que quedaron muchas anécdotas divertidas que aun cuentan en la historia familiar y en la memoria de cada uno conformando identificaciones

Investigaciones realizadas en este ámbito dieron como resultado que el vinculo con sus padres se afianza en los jóvenes por haber compartido experiencias musicales, en la etapa infantil.

La adolescencia es la etapa para compartir recitales; o, simplemente esa canción de fondo en el coche durante un viaje; o recordando una banda o el género musical en el que incursionaron, el estilo particular, modos de diferenciarlos; lo que lleva a ejemplificar y recorrer con la memoria letras, curiosidades, géneros, hasta llegar a tararear y cantar partes que se recuerden.

- …Una vez en casa…

- Hoy, que transitamos la cuarentena podemos dirigir nuestra atención a la música y hacerlo en familia. En la casa abundan motivos y objetos musicales; hasta algún instrumento que nos unirá en la reunión familiar y conectarnos; transformando esa experiencia en un espacio de convivencia en el que niños y adultos comparten su tiempo, de forma activa, enriquecedora y creativa.

- ¿De qué manera? 

- Si se carece de instrumentos, la voz, la memoria y google nos pueden aportar elementos para hacer nuestra propia sesión musical aportando cada integrante de la familia el músico y la banda de su preferencia. 

 

Clara Galliano, Licenciada en Musicoterapia por la UBA. Profesora de Música por el Conservatorio Nacional. Docente, hasta el año 2017, de la carrera de Musicoterapia en la Facultad de Psicología de la UBA. Docente Post Título de Especialización Superior de enseñanza de la Música en la catedra: Trastornos emocionales leves moderados y severos del Conservatorio Astor Piazzolla.