Se sabía que el trabajo nocturno incrementaba la posibilidad de desarrollar cáncer de mama, enfermedad que afecta a una de cada siete mujeres. Ahora se descubrió que aquellas que son madrugadoras reducen levemente el riesgo de contraerla.

De acuerdo a un estudio observacional con datos del Biobanco del Reino Unido, las mujeres que se levantan temprano para realizar sus tareas cotidianas tienen un riesgo ligeramente menor (una mujer menos por cada 100) de contraer cáncer de mama que las de preferencia nocturna.

Si bien se trata de una influencia menor que la de otros factores de riesgo conocidos para el cáncer de mama, como el Índice de Masa Corporal (IMC) y el consumo de alcohol, el descubrimiento abre las puertas sobre la incidencia del sueño y el descanso en el desarrollo de la enfermedad.

De acuerdo a la profesora Eva Schernhammer, de la Universidad de Viena, estos hallazgos "identifican la necesidad de futuras investigaciones que exploren cómo se pueden reducir las tensiones en nuestro reloj biológico".

“Esto ofrece una gran oportunidad para preservar la buena salud, lograr un envejecimiento saludable y, más específicamente, para desarrollar nuevas estrategias personalizadas para reducir el riesgo de enfermedades crónicas asociadas con los ritmos circadianos”, agregó y consignó Quo.