El bisfenol S (BPS) y el bisfenol F (BPF) son productos químicos fabricados que se utilizan en ciertos tipos de plástico, para el revestimiento de bebidas y alimentos enlatados de aluminio y en papel térmico de los recibos de las cajas registradoras. Estas sustancias químicas se han utilizado como un reemplazo para el bisfenol A (BPA), una sustancia química disruptiva endocrina bien conocida que daña la salud humana al interferir con las hormonas del cuerpo, según publica elespectador.

"El uso de BPS y BPF está creciendo porque los fabricantes están reemplazando el BPA con estos químicos, por lo que se está contribuyendo al aumento de la exposición --dice la autora del estudio, la doctora Melanie Jacobson, de la NYU School of Medicine en Nueva York--. Aunque la dieta y el ejercicio aún son entendidos por los principales impulsores de la obesidad, esta investigación sugiere que las exposiciones a químicos comunes también pueden desempeñar un papel, específicamente entre niños".

"En un estudio anterior, encontramos que el antecesor químico del BPS y el BPF, el BPA, estaba asociado con una mayor prevalencia de obesidad en niños de Estados Unidos. Y en este estudio se ha encontrado la misma tendencia entre estas versiones más nuevas de ese químico, que no hacen nada para mitigar los daños que la exposición química tiene en nuestra salud", alerta Jacobson.

Fuente: elespectador